Hay Camino, y no está olvidado

Eduardo Gutiérrez Pérez
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Peregrinando por el Viejo Camino: De Viejo Camino a Camino Olvidado a Santiago

Hay Camino, y no está olvidado

Claro que hay camino y no está olvidado. Lo saben bien los habitantes de la Montaña Palentina, quienes día a día entrelazan su firme paso por el terruño con las huellas peregrinas de los nuevos visitantes, que llegan a la provincia palentina ataviados con la concha y el bordón. En 2021, la Comisión de los Caminos a Santiago por Castilla y León reconoció al Camino Olvidado como camino histórico, toda una muestra de la autoridad santiaguista para respaldar el impulso de esta senda jacobea milenaria que en su mayor parte transita por nuestra comunidad autónoma. 

Las provincias de Burgos, Palencia y León aportan el más largo kilometraje peregrino del Viejo Camino de Santiago. Sumados a los kilómetros de las etapas de Las Encartaciones, en Vizcaya, y a los de nuestra vecina Cantabria, a su paso por el ámbito de influencia de Reinosa, configuran la ruta direccional más antigua de nuestro país utilizada otrora por el peregrinaje europeo.

Un camino cada vez menos desconocido que se adentra por bellos y exuberantes parajes del norte castellano y leonés siguiendo la estela del también histórico tren de La Robla. ¿O es tal vez esta infraestructura férrea la que allá por el siglo XIX siguió los pasos de aquellos primeros peregrinos del medievo? El tren peregrino emula las antiguas peregrinaciones, cuanto menos en su trayecto Bilbao-La Robla, aunque el añorado caballo de hierro, en los mediados del siglo pasado, se convirtió en el principal proveedor de peregrinos, pero en dirección inversa, en busca de un nuevo destino.

En esta serie recorreremos el Viejo Camino en diversas etapas, aunque que no sean coincidentes con las oficiales del Camino Olvidado a Santiago (Aguilar de Campoo-Cervera de Pisuerga-Guardo) pues pondremos especial atención a las localidades que emergen a los pies del camino, mostrando sus recursos históricos patrimoniales, cultura y tradiciones populares, además de sus singularidades e identidad propia. Pueblos al pie de la Montaña Palentina, en los que sus hospitalarias gentes están inmersos en nuevos retos, demostrándonos que la Montaña es un manantial de aguas cristalinas, fuente de vida y nuevas oportunidades.

Nos adentraremos en la provincia de Palencia a través de las antiguas calzadas romanas del sur cántabro, llegando a Nestar por el romano puente Perdiz. Recorreremos las calles de la románica Aguilar de Campoo y seguiremos el camino embalsado del Pisuerga visitando las necrópolis de Corvio y Matamorisca. 

Llegaremos a Salinas de Pisuerga y recorreremos la Senda de los Pescadores, dando buena cuenta del arte gótico de Barcenilla, Quintanaluengos y Ligüérzana. Vado nos espera junto al fascinante eremitorio, ya en Cervera de Pisuerga. Dehesa de Montejo y su bosque de tejos milenarios escucharán nuestros pasos, con Cantoral a la vera, Cubillo, Castrejón y Traspeña, donde el más espectacular friso no recela de nuestra visita. 

Caminaremos por los pueblos de la Sierra del Brezo y La Peña: Villanueva, Tarilonte, Velilla, Villaverde, Villafría y Aviñante, empapándonos de historia en San Román de Entrepeñas, monasterio peregrino de Santibáñez. Muñeca, Intorcisa y Guardo, donde nos espera el buen descanso peregrino, despiden Palencia recibiendo el abrazo del amigo leonés, después de recobrar el aliento en Velilla del Río Carrión y en los campos del Sol del pueblo trashumante de San Pedro de Cansoles.