«Renault sigue en Castilla y León. Ni la fábrica de Villamuriel de Cerrato ni la de Valladolid se pueden mover». Con estas palabras quiso responder el alcalde del muncipio cerrateño, Roberto Martín, a la polémica suscitada el martes tras conocerse el traslado de la sede comercial de la marca del rombo de la capital vallisoletana a Madrid. Un cambio que, según concretan desde el propio Ayuntamiento villamurielense, no afectará a efectos fiscales a la localidad.

Según destacó el primer edil en declaraciones a este periódico, el edificio comercial «siempre» ha estado en Madrid. De esta manera, consideró que el cambio responde a  «razones operativas u otras cuestiones, pero su sede física [las factorías] no se va a mover de Valladolid y Villamuriel».

En este punto, subrayó que las afirmaciones vertidas por algunos grupos políticos «no fueron del todo acertadas» y exige un mayor compromiso con el sector. «Determinados partidos llevan mucho tiempo sin apoyar a la automoción y ahora realizan declaraciones totalmente inadecuadas», afeó. En este sentido, urgió al Gobierno de España y al Partido Socialista de Castilla y León que «apoye al sector en todas sus vertientes».

CARRIEDO

En otro orden de cosas, el consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta, el palentino Carlos Fernández Carriedo, destacó el compromiso «histórico» de Renault con Castilla y León. Asimismo, eludió señalar los efectos que pueden tener para la economía regional.

En los pasillos de las Cortes, Carriedo garantizó que sus fábricas «van a seguir» en Villamuriel y Palencia. «Tenemos el compromiso de seguir colabornado juntos», concluyó.