Un espacio centenario al servicio del arte y la cultura

Rubén Abad
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La Junta Vecinal devuelve a la vida a la Casa del Cordón, a la que dotará en su exterior de un anfiteatro. La fachada ya se ha rehabilitado

Un espacio centenario al servicio del arte y la cultura - Foto: Óscar Navarro

Valdecañas de Cerrato está inmerso en un ambicioso y apasionante proyecto con el que devolverá a la vida a la Casa del Cordón, uno de sus edificios más singulares. Transformar este palacio de la primera mitad del siglo XVI en un centro cultural vinculado al teatro y la cultura clásica está mucho más cerca de ser una realidad gracias al empeño de la Junta Vecinal y aportaciones altruistas como la de Teresa de Juana, que adquirió la propiedad hace un par de años para cedérsela al pueblo salvándola así de la ruina. Además, esta madrileña con raíces en la localidad cerrateña ha sufragado la restauración de la fachada del inmueble, que funcionó como casa parroquial hasta que en los setenta el Obispado trasladó al párroco a Baltanás, cabecera municipal.

La actuación en cuestión ha centrado los esfuerzos en la limpieza y reconstrucción del cordón franciscano de siete nudos que decora la fachada, en la que todavía se conserva un robusto portón de madera fechado en 1878 y que será igualmente objeto de una restauración. Fruto de estos trabajos, de los que se encargaron José Carlos Vela y Virginia Chacón, se ha podido arrojar luz sobre los posibles propietarios del inmueble: Francisco González (izquierda) y Constanza Gutiérrez (derecha), cuyos escudos nobiliarios flanquean el acceso principal. Justo en el centro del conjunto escultórico, un escudo de San Francisco, y para rematarlo, una serie de glifos que recorren la parte superior del vano.

TRADICIÓN Y VANGUARDIA

Un espacio centenario al servicio del arte y la culturaUn espacio centenario al servicio del arte y la cultura - Foto: Óscar Navarro

Por otro lado, se ha completado ya la construcción de toda la estructura principal, que ha dado como resultado un diáfano edificio de 80 metros cuadrados que combina tradición y vanguardia. Y es que para el nuevo uso que se le dará a este inmueble con 500 años de historia se ha optado por emplear el hierro y el cristal, que crea un interesante contraste con la piedra, la madera de la cubierta y los suelos cerámicos, que se instalarán en las próximas semanas. Así se consigue un espacio abierto hacia el exterior gracias a dos enormes ventanales de 16 metros cuadrados y 400 kilos de peso, que se desplazarán con motores.

Además, se ha habilitado un espacio anexo que hará las veces de acceso principal y en el que también se ubican los aseos y una zona de almacenaje. En paralelo, una de las paredes dispone de una gran ventana para que se pueda observar el conjunto desde el exterior.

SEGUNDA FASE

Un espacio centenario al servicio del arte y la culturaUn espacio centenario al servicio del arte y la cultura - Foto: Óscar Navarro

Finalizada la primera fase, la segunda comprende los remates en el interior (paredes, alicatados…), donde se prevé trabajar durante todo el invierno. Así, en primavera, las actuaciones se centrarán en el exterior, concretamente en el solar que en otros tiempos ocupaba la casa del médico, que se ha derribado dando lugar a un amplio espacio al aire libre en el que se  habilitará un anfiteatro con capacidad para un centenar de butacas. 

La intención es que sea en agosto cuando la dotación pueda ponerse a disposición de los vecinos con obras de teatro y música clásica. En concreto, la Junta Vecinal quiere dar protagonismo a artistas noveles, llegando para ello a acuerdos con el Conservatorio de Palencia y escuelas de música repartidas por el territorio.

Para conseguirlo, la localidad cerrateña lleva invertidos ya 123.000 euros, y queda otro tanto para completar el edificio. A mayores, con la actuación exterior (que incluye un muro perimetral) el montante total se elevará a los 350.000 euros, que Valdecañas asume con fondos propios, una ayuda de ADRI Cerrato Palentino y la colaboración de la Diputación para el derribo de las ruinas.

Para el alcalde pedáneo, Donaciano Sardón, esta nueva infraestructura es «una guinda más» a los atractivos que ofrece Valdecañas. «Tejemos un pastel importante de patrimonio en un pueblo con 58 vecinos empadronados: la iglesia, la ermita o los edificios blasonados», destaca. Además, pone en valor que el casco urbano está «muy bien conservado» gracias a vecinos como De Juana, «que ha dedicado parte de sus ahorros a restaurar el patrimonio».    

Para ahondar aún mas en la importancia en el hito que supone la remodelación de la Casa del Cordón, ha visto la luz un libro editado por  Antonio Rubio en el que se incluye un trabajo de investigación a cargo de Félix Martínez, catedrático de Historia del Derecho y de las Instituciones de la Universidad de Valladolid. En él ofrece datos sobre la historia y los orígenes del inmueble.