«Se trata de un proyecto exhaustivo, excelso y perfecto después de más de dos años de un buen trabajo por parte de la empresa redactora», dijo ayer Guillermo Barrios, presidente de la Asociación de Vecinos del Cristo del Otero en alusión al plan director presentado por el Ayuntamiento la pasada semana para convertir la escultura de Victorio Macho y los entornos del cerro donde se asienta en un referente turístico.
Para ello, el Consistorio buscará el apoyo del 1,5% Cultural en la primera fase que contempla mejoras en los cerros del Otero y San Juanillo, valorada en 1,3 millones de euros, y que prevé la creación de un mirador accesible en forma de anillo y un ascensor acristalado, la adecuación de los entornos de la parte superior o la creación de un aparcamiento en el actual merendero. Igualmente contempla el refuerzo de los senderos y caminos hasta la cima, la conservación de las ermitas, el arreglo de la carretera de acceso, la rehabilitación de las diferentes paradas y la recuperación de la vegetación, utilizando plantas aromáticas principalmente para este trabajo.
«Hay que recordar que la idea del proyecto partió de la asociación vecinal. Valoramos que se marquen unas directrices sin tener que estar pendientes del equipo de Gobierno de turno. Agradecemos también que los cinco grupos políticos con representación municipal en este tema vayan todos a una. Si la ciudad tiene un emblema que la diferencia de otras de nuestro alrededor ese es el Cristo del Otero y es positivo que el Ayuntamiento ponga el foco en él para potenciar su imagen turística», dijo Guillermo Barrios.
No obstante, el dirigente vecinal recordó que el barrio lleva necesitando hace décadas actuaciones especialmente en zonas degradadas. «No hay nada más que pasear por los alrededores del cerro y el barrio para ver cómo con gobiernos de distinto signo político existen zonas abandonadas. Ahora ya hay un plan director para poner en valor este espacio singular y foco vertebrador del turismo en la capital. De la mano de él debe actuarse en la calle Venezuela o las Américas, curiosamente las más cercanas al cerro del Otero, donde hay espacios sin asfaltar y en un estado de olvido importante hace años», enfatizó Guillermo Barrios.
Para el representante vecinal, las obras de los últimos años junto a la escultura de Victorio Macho «han sido de chapa y pintura» y en torno al plan director explicó que «se logra que los cerros del Otero y San Juanillo sean una verdadera zona de ocio para los palentinos y todos aquellos que nos visiten», dijo. Igualmente señaló que tanto el colectivo vecinal como Luis Alonso, escultor discípulo de Victorio Macho y gran conocedor de su obra magna, han estado en contacto permanente con la empresa redactora. «Puede haber cosas llamativas en el proyecto más o menos discutibles, pero la mayoría son muy positivas para el conjunto del barrio. Hay edificios y depósitos protegidos como BIC en desuso y abandonados. Varios de ellos van a dejar de ser basureros, con el peligro que conlleva, y serán rehabilitados, lo cual es excelente», concluyó.