El desmantelamiento de la térmica llega al 90%

Rubén Abad
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En los últimos 24 meses se han demolido todas las estructuras principales que componían la planta de Velilla: la torre de refrigeración, las chimeneas, los edificios de caldera y turbinas y las tolvas de carbones

El desmantelamiento de la térmica llega al 90%

Cuando se cumplen dos años de la voladura de la torre de refrigeración (101 metros de altura y 7.000 toneladas de hormigón) de la central térmica de Velilla del Río Carrión, para la que fueron necesarios 82 kilos de explosivos, los trabajos de desmantelamiento llegan ya a su recta final. La previsión de Iberdrola es que estos trabajos puedan estar finalizados a lo largo del primer semestre de 2024, es decir, en junio del próximo año no quedaría ni rastro de esta histórica planta que se conectó a la red en 1964 y se amplió con un segundo grupo 20 años después, en 1984.

En todo caso, según ha podido confirmar Diario Palentino, el avance actual es de un 90 por ciento, habiéndose demolido ya todas las estructuras principales: la torre de refrigeración (28 de octubre de 2021), las dos chimeneas (31 de marzo de 2022 y 30 de junio de 2022), los edificios de caldera y turbinas (28 de julio de 2023) y las tolvas de carbones (31 de marzo de 2022).

En estos momentos cabe destacar los trabajos de retirada de elementos y equipos ubicados en la ribera del río Carrión: toma y descarga de agua de refrigeración, pasarela que comunicaba ambos márgenes y el edificio de sistemas contraincendios. Para ello, se ha procedido a una reducción parcial del nivel del embalse de Velilla, que permita el acceso de maquinaria a estos elementos para finalmente restaurar la ribera a su estado original. Estos trabajos se efectuarán a lo largo de noviembre. 

VALORIZACIÓN DE RESIDUOS

Un aspecto fundamental de todo el proceso de desmantelamiento de las instalaciones velillenenses ha sido la valorización de residuos. En este sentido, la multinacional energética Iberdrola ha planteado y ejecutado todo el proyecto con el objetivo de reutilizar la máxima cantidad posible de materiales existentes detinándolos a nuevos usos y reduciendo a un mínimo los residuos no reutilizables, en línea con la demanda y necesidad de transformación hacia una economía circular. 

Hasta el momento, se han valorizado más de 36.000 toneladas de hierro y acero, 400 de aceites lubricantes, 366 de plásticos y 90 toneladas de materiales de aislamiento térmico. «Todo el proyecto de demolición de la central ha constituido una importante fuente de empleo y actividad en la zona, permitiendo amortiguar el impacto del cierre», señalan fuentes consultadas de la compañía vasca.