La palentina Marta Herrero Román, que cursó prácticas en Diario Palentino durante varios veranos de la primera década del siglo XXI, hizo una labor silenciosa que no puede medirse en artículos porque solo escribió uno, de opinión, pero fue esencial para que el periódico estuviera todos los días disponible en los quioscos y otros puntos de venta.
Comenzó sus estíos como becaria en el departamento comercial y los finalizó en la sección de diseño. Realizó, por tanto, funciones muy diferentes en el decano de la prensa provincial, que abarcaron desde atender a los clientes que querían poner un anuncio por palabras en las columnas de clasificados a maquetar las páginas para que sus compañeros de redacción pudieran escribir. Elena Lorenzo en la primera de las áreas, y Satur Laso, Alberto Olano, José Antonio Mota y Lauren Merino en la segunda, fueron las personas que estuvieron junto a ella asesorándola en las labores que le encomendaron a lo largo de una etapa formativa que recuerda con una sonrisa.
«Como estuve varios años, conocí a muchos becarios y a mucha gente de la plantilla. Además, mi hermano trabajaba allí», detalla Herrero que, por aquel entonces, era estudiante de Publicidad, Relaciones Públicas y Marketing enSantander.
De su paso por DP aún guarda en la memoria «el buen ambiente» que se respiraba en la redacción. «Éramos todos como una pequeña familia y la sensación que tenía es que los becarios estábamos muy bien arropados. Nos apoyaban un montón y nos daban mucha libertad para sacar el trabajo», detalla la palentina, quien también hace hincapié en momentos ociosos vinculados a las prácticas, como los viajes a la máquina del café y la cena de despedida de becarios al final del verano. «Nos apuntábamos tanto los que estábamos de prácticas como los redactores y los jefes», añade.
En línea con lo anterior, comenta que la relación entre compañeros se extendía más allá de la hora de cierre. «Los jueves eran sagrados para nosotros. Nos llevábamos tan bien que quedábamos hasta fuera de la redacción», sentencia Herrero, quien todavía mantiene relación con algunas de las personas con las que coincidió en el número 52 de la calle Mayor Principal. «De aquella época han pasado muchos años ya y sigo conservando buenos amigos, como Olano, Analía o Sandra Macho», explica.
TRATO CON EL PÚBLICO. Por las características de los departamentos donde cursó sus prácticas, no tuvo que ir detrás de la noticia con el bolígrafo, el cuaderno y la grabadora ni tuvo que acudir a las ruedas de prensa que convocaban las administraciones públicas y los colectivos palentinos.En primer lugar, tuvo que recibir en el vestíbulo de bienvenida del edificio a un sinfín de personas que se acercaban a la redacción (que en aquellos años ya compartía dependencias conCanal 4 Palencia) y contestar las llamadas de la centralita. «Tenía la suerte de dar los buenos días a todos antes que nadie», explicó en el reportaje de despedida a los becarios que DP publicó tras su marcha en octubre de 2006.
Diecinueve años después vuelve a incidir en este aspecto, explicando que «todas las personas que entraban en el edificio pasaban por mí», lo que la permitió reforzar aptitudes como el trato al público en un ambiente profesional. Por otro lado, en el departamento de diseño, atendió a los redactores, de los que recuerda que «cuando les faltaba texto para completar el artículo pedían que hiciera la fotografía más grande para cubrir todo el espacio».
Tras su paso por Diario Palentino, una etapa en la que empezó a conocer que el mundo laboral no es como lo pintan en la universidad, toda su trayectoria se vinculó al marketing digital. Trabajó en agencias de publicidad, en departamentos de marketing digital y actualmente tiene su propia agencia, Desde mi cheslón. En el plano académico, reforzó sus conocimientos con un máster en Organización deEventos,Protocolo y Relaciones Institucionales enAlicante.
«TODO SIRVE PARA ALGO». Desde la experiencia que da una amplia vida profesional, aconseja a los estudiantes que apuesten por cursar prácticas en empresas. «Todo lo que se hace en la vida sirve para algo», asegura Herrero, quien recomienda a los jóvenes que «aprovechen las prácticas al máximo». «Aunque las vean como una cosa pasajera que, en algunos casos, es para completar créditos de la carrera, les van a dar las tablas y la experiencia para salir al mundo laboral y, cuanta más experiencia tengan, mejor posicionados saldrán», concluye.