Era evidente que desde la directiva del Palencia Cristo Atlético se empezaba a dudar de Chuchi Macón, que su continuidad como técnico del primer equipo estaba cuestionada. De hecho, Rubén Gala estaba preparado para tomar el equipo, pero finalmente surgió la opción del Guijuelo. Ante el Bembibre, con el gol en el descuento, salvó una bola de partido, pero la derrota en Las Salinas ante el Tordesillas precipitó los acontecimientos. El técnico vallisoletano era cesado de sus funciones. «Después de un análisis exhaustivo de la situación del primer equipo y los resultados obtenidos en las once jornadas disputadas (dos victorias, seis empates y tres derrotas), que nos han colocado en una posición preocupante en la clasificación lejos de lo esperado a estas alturas, el club ha decidido finalizar la vinculación que nos unía. Queremos agradecer a Chuchi Macón su dedicación y esfuerzo durante este tiempo». Con ese comunicado, la directiva morada anunciaba su cese.

La derrota en tierras vallisoletanas, ante un rival directo por el play-off, desperdiciando un 0-2, fue la gota que colmó el vaso. A rey muerto, rey puesto, dice el refrán. Ayer mismo dirigía al equipo por primera vez el nuevo técnico, el burgalés Álex Izquierdo.  Desde la temporada 2019-20 hasta la pasada (en Segunda RFEF) dirigió a la Arandina, el equipo de su tierra y en el que fue jugador. Conoce a la plantilla morada. Ha visto esta temporada al Palencia Cristo Atlético en cinco encuentros. Y a tres de sus jugadores los llegó a dirigir en la Arandina en su momento, Adeva, Munguía y Rubo. 

Álex Izquierdo no vivirá en Palencia. Hará el esfuerzo de venir todos los días desde Aranda, localidad en la que reside. Viene solo, sin ningún ayudante, ni preparador físico. Se adapta al cuadro técnico actual.