Aguilar de Campoo se enfundará el blusón y la boina este viernes en el marco de una nueva edición de LasMarzas, una tradición que se ha mantenido en el tiempo en la localidad galletera gracias al compromiso y la implicación de los integrantes de Ronda Aguilar.
La plaza de España, a los pies de la colegiata de San Miguel, será el punto de encuentro, a partir de las 20,30 horas, de este grupo de voces masculinas que, un año más distiguirá con el título de Marcero Mayor a una persona por su compromiso y vinculación con el municipio norteño y su entorno.
Un reconocimiento que este año recaerá en el arquitecto y dibujante José María Pérez Peridis, a modo de reconocimiento por su trabajo en pro de la comarca, la divulgación del arte románico de este territorio e hitos como la recuperación del monasterio Santa María la Real y el impulso de las primeras escuelas taller. Méritos más que de sobra para que se le entregue el diploma conmemorativo y se le imponga la boina, el fajín y la vara, prendas tradicionales que utilizan los marceros y que le distinguirán como Marcero Mayor.
«Peridis es una gran figura en Aguilar. Ha contribuido de forma especial al desarrollo cultural y económico de la zona, además de apoyar siempre las tradiciones locales», explica el secretario de Ronda Aguilar, Ángel Pérez, quien destaca que su elección, al igual que se viene haciendo desde 2008 cuando se instauró la distinción, se eligió «por unanimidad».
Peridis tomará el testigo de la presidenta de honor de Gullón, María Teresa Rodríguez, a quien se eligió en 2024 por el «impacto positivo que ha generado su liderazgo en la sociedad y economía aguilarenses». «Es un privilegio poder ayudar al desarrollo de Aguilar y toda la comarca. En Gullón, entre todos hacemos todo y he tenido la suerte de estar rodeada de un equipo extraordinario que con su trabajo y esfuerzo ha creado riqueza en nuestra tierra», afirmó la homenajeada.
LLEGA LA PRIMAVERA
La celebración de Las Marzas es la particular forma con la que la villa da la bienvenida a la primavera y deja atrás el crudo invierno montañés. Una celebración popular que se mantiene viva gracias a grupos como Ronda Aguilar, comprometidos con la defensa de la tradición oral.
En este sentido, la formación, de la que forma parte una quince de integrantes, destaca la importancia de «garantizar el relevo generacional». Para ello, consideran necesario que se impliquen las administraciones y los centros educativos.