Motor económico y empresa inclusiva

DP
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Trapa comparte filosofía integradora: el 5% de su equipo lo forman personas con discapacidad, frente al 2% al que la ley obliga a las empresas de más de 50 empleados

Motor económico y empresa inclusiva - Foto: DP

El 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, una fecha establecida por Naciones Unidas con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en la vida política, social, económica y cultural. Unas necesidades de reconocimiento e integración con las que la propiedad de Chocolates Trapa, 100 % española, está plenamente comprometida: el 5 % del equipo humano es decir, ocho personas, son personas con discapacidad. Las empresas con 50 o más personas están obligadas a que al menos el 2 % de la plantilla esté integrada por personas con discapacidad; por tanto, Chocolates Trapa casi triplica la cuota mínima que exige la ley.

Rubén Gil, director de RR.HH. de Chocolates Trapa, resalta que «Existe un fuerte compromiso de la propiedad en este sentido: uno de nuestros pilares es el compromiso social. Y queremos seguir avanzando. Animo a todas las empresas a que avancen en medidas de incorporación de personas con discapacidad. Son personas que están acostumbradas a superar retos en su día a día, y queremos que nos contagien ese espíritu de superación y ese entusiasmo».

EL FOCO, EN LAS PERSONAS

Fundada en 1891 por los monjes trapenses del monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia), Chocolates Trapa es hoy en día una de las firmas chocolateras más reconocidas de nuestro país. Se trata de una empresa pionera, artífice de los primeros bombones que se fabricaron en nuestro país, en los años 60. Desde 2013, cuenta con una nueva propiedad de capital 100% español, la cual ha emprendido un nuevo rumbo asentada en tres pilares fundamentales: innovación, diseño y conciencia social y medioambiental. En estos diez años, ha llevado a cabo una fuerte inversión, tanto en ampliación de la fábrica y renovación de equipamiento, como en I+D+i (con nuevas formulaciones de producto) y en equipo humano.

Este es una de las grandes fortalezas de Chocolates Trapa, que ha pasado, en apenas una década, de 65 a 147 empleados. De estos, la inmensa mayoría son indefinidos (144 personas, el 98 %). A ellos se suman tres eventuales. Durante 2023, 43 personas pasaron a estar fijas en la compañía. Además, por causas de producción asociadas a la campaña navideña, la plantilla se incrementada con 30 contrataciones más. La paridad de género es también muy importante para la empresa, con 74 hombres y 73 mujeres en sus filas. Rubén Gil resalta que «Se trata, además, de un empleo estable, de un empleo de calidad»: bajo el Convenio Colectivo de Empresa 2023/2025, se contemplan incrementos salariales cada año del 3 % y un incremento de los pluses por convenio de hasta el 20 %.

Esta consolidación de empleo, unida a su buena marcha económica –la empresa experimentó un incremento de las ventas de los 1,5 millones de euros en 2013 a los 26,9 millones de euros en 2022, con una previsión de crecimiento del 22 %, hasta superar los 33 millones de euros, a cierre de 2023–, hacen que Chocolates Trapa represente un importante motor económico en Castilla y León. Actualmente la empresa 100% española cuenta con más de 120 distribuidores en España, presencia en 50 países y cerca de 300 referencias en su catálogo.

SOBRE CHOCOLATES TRAPA

Fundada en 1891 por los monjes trapenses, Chocolates Trapa es una de las firmas chocolateras más icónicas y queridas de nuestro país. Una empresa pionera y 100 % española que a partir de 2013 inició un nuevo rumbo de la mano de una familia palentina que quiso invertir en su tierra y modernizar la marca y su porfolio en base a tres pilares: innovación, estilo y conciencia social y medioambiental. En la actualidad Chocolates Trapa cuenta con 150 trabajadores, con más de 120 distribuidores en España y con presencia en 50 países, así como con un porfolio de 290 referencias que son el resultado de una fuerte inversión en industria e I+D+i y de la mejora en las formulaciones que, inspirándose en la artesanía y el savoir faire de 130 años de historia, buscan siempre mejorar el sabor.

Entre sus productos destacan sus bombones cortados (los primeros bombones que se elaboraron en España en 1969), los Bombonísimos (de un gramaje superior al del clásico bombón belga), sus bombones sin azúcar, su gama de tabletas Collection, la gama de tabletas Intenso, la gama de tabletas con estevia y su gama de tabletas 0 % azúcares añadidos, y su versión Intenso Mini e Intenso 0 % azúcares añadidos. Especialmente pensadas para los más pequeños de la casa, Trapamilk y Trapamilk con galleta noir. También su cacao soluble Trapacao y su chocolate en polvo (que se presenta en una lata gourmet de diseño vintage).