Los salarios de los trabajadores de Castilla y León rompieron el pasado año la barrera de los 2.000 euros brutos al mes por primera vez en la historia. Las mejoras retributivas firmadas en los convenios colectivos, espoleados desde abajo por el incremento del Salario Mínimo Interprofesional, dejaron un sueldo medio bruto mensual de 2.075 euros en la Comunidad durante el 2022. Este incremento de casi 100 euros sirve a Castilla y León para converger con la nómina media de España (2.128 euros) y recortar la diferencia a casi la mitad en solo un ejercicio. Si en 2021 la brecha salarial entre el conjunto del Estado y la Comunidad superaba los 100 euros, el pasado año se quedó en solo 52 euros, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en su último informe 'El decil de los salarios del empleo principal'. Un informe que revela que la nómina autonómica registró una subida del 4,6 por ciento respecto al dato de 2021, frente a un alza en España del dos por ciento. Pero no todo son buenas noticias. Y es que, a pesar de la evidente y notable mejora de las retribuciones medias de los trabajadores autonómicos, la distancia con las comunidades más pujantes no hace más que agravarse con el paso de los años.
Cataluña, la Comunidad de Madrid y el País Vasco siguen liderando el ránking salarial estatal. El pasado año, los tres motores económicos anotaron unos sueldos medios de 2.281, 2.381 y 2.545 euros brutos al mes respectivamente. Esto significa que los trabajadores de estas comunidades ganan, de media, entre 200 y 500 euros más cada mes que uno de Castilla y León. Una diferencia que hace una década oscilaba entre los 100 de Cataluña y los 300 del País Vasco, lo que evidencia el mayor avance retributivo de estas regiones respecto a la Comunidad.
Dos visiones opuestas
La realidad salarial que vive Castilla y León se traduce, evidentemente, en un choque entre sindicatos y patronal. Al igual que ocurre en las mesas de negociación de los convenios colectivos, y cuestionados por este periódico sobre la evolución retributiva autonómica, los representantes de los trabajadores insisten en exigir a los empresarios un mejor reparto de los «históricos» beneficios registrados, mientras desde la patronal defienden su «compromiso» con el empleo y los salarios. «Cada vez estamos con producción y precios al mismo coste que las comunidades más ricas, pero los salarios no, y eso hace que la vida sea más cara en Castilla y León», reconoce el secretario de Acción Sindical de UGT, Raúl Santa Eufemia, que denuncia que «las empresas están haciendo un ejercicio lineal en los costes y beneficios, pero no en los salarios».
En la misma línea se expresa el secretario de Acción Sindical de CCOO, Fernando Fraile, que añade que «lo que estamos viendo es que la subida de los salarios de los equipos directivos frente a los trabajadores está totalmente desproporcionado». El responsable sindical añade a renglón seguido cómo más de 300.000 personas de Castilla y León «cobran menos del SMI, y están en una situación complicada». «Ni tan siquiera con el salario que han percibido llegan a cubrir las necesidades básicas».
Desde la parte empresarial, la secretaria general de CEOE Castilla y León, Teresa Cetulio, celebra como una «buena noticia» la convergencia salarial con la media española. «El sector empresarial está haciendo un gran esfuerzo para garantizar el empleo y la economía», significa la dirigente de la patronal, que asegura que las subidas retributivas suponen un «esfuerzo» para las empresas, pero reconoce que «es una forma de ser competitivos y atraer talento».