a exposición Huellas y Moradas, montada en San Bernardo dentro del V Centenario del Nacimiento de Santa Teresa, recibió ayer la visita de un grupo encabezado por el vicario de la Provincia Ibérica de los Carmelitas Descalzos, el Rvdo. Padre Pedro Tomás Navajas OCD. El grupo, que en 10 días quiere hacer la ruta de las fundaciones, fue guiada durante su visita por María del Rosario Diez Rodríguez. Después el grupo se desplazó hasta Valladolid y Medina del Campo.
El palomarcito palentino es uno de los capítulos de la exposición, en el que pueden verse las reliquias fundacionales (rueca, huso, tamboril, gaitilla y castañuelas) y de contacto (toalla con la que se limpió el cuerpo y arca donde se depositó el cuerpo de Santa Teresa con auténtica). Las reliquias fundacionales palentinas presentan la mano de una artesanía itinerante de piezas únicas, con un marcado ámbito adscrito a la zona de Salamanca, según Diez Rodríguez. La reliquia de la toalla con la que se limpió el arca y el cuerpo de la Santa cuando los pasaron a la valiosa urna regalo de los reyes Fernando VI y Bárbara de Braganza, durante el reinado de Carlos III en 1760, se acompaña de la auténtica con las firmas de las carmelitas descalzas del monasterio de Santa Ana y San José de Madrid. El documento, explica Rosario Diez, informa de que el cofre de poca profundidad en el que se guardó la reliquia en terciopelo carmesí con galón de plata entregado a las carmelitas de Madrid en 1760 por el Padre General no se corresponde con el cofre actual de 16 x 11 x 10 cm reliazado en materiales de láminas de cristal sujetas por una estructura de bronce labrada del siglo XVIII que aloja esta reliquia y su auténtica en esta exposición.
Cabe hablar asimismo de un libro, Clypeus thomisticae theologiae, donde Jean-Baptiste Gonet presenta en el tomo primero un estudio de Santo Tomás y de la vida de oración, siguiendo a Santa Teresa, como prototipo de tomista contemplativa y espiritual. De los tres grabados calcográficos y frontispicio de este tomo, el dedicado a la Santa con huella de plancha de 300 x 180 mm., firmado al igual que los demás Claudia Stella jnv et Sculp es, según comenta Rosario Diez, fiel reflejo de esta representación iconográfica de Santa Teresa como Doctora Seráfica, prototipo de tomista contemplativa y espiritual ante Santo Tomás arrodillado entregándole este tomo del Clypeus thomisticae theologiae. «Esta estampa de Claudine Bouzonnet-Stella (1636-1697), sobrina del pintor y grabador Jacques Stella (1596-1657), muestra un valioso referente iconográfico del lugar otorgado a Santa Teresa en los Círculos Tomistas», subraya.
También puede verse en la exposición el sillón frailero, donación de Jerónimo de Reinoso, y la carta -Burgos, 20 mayo 1582- de Teresa de Jesús a ese. Este autógrafo enmarcado en madera, que hasta la década de 1980 estuvo en la capilla de San Jerónimo de la catedral palentina procede, según Diez Rodríguez, del Carmelo de Valladolid, donde retuvieron copia del autógrafo, a su entrega. Los editores de esta carta, que han sido muchos desde Fernández del Pulgar, han publicado siempre esta frase: «como yo creo que ellos dirán mentira», aunque resulta que se había ocultado debajo de un borrón de tinta posterior la partícula no en un empeño de desprestigiar a la Compañía de Jesús tras la ejecución del Decreto de Expulsión en 1763. La Santa, con su genial ironía, recoge una frase que, a jucio de Rosario Diez, no tiene desperdicio: «Dijeron a Catalina de Tolosa que, porque no se les pegase nuestra oración, no querían tratasen con las descalzas». «Pero de ahí a que Teresa de Jesús presentara como mentirosos a los miembros de la Compañía, va un abismo».
La exposición, que puede visitarse en San Bernardo hasta el 3 de mayo, se estructura en los capítulos Un siglo especial (las doctrinas de la Reforma no permanecieron ignoradas por mucho tiempo en España), Una vivencia especial (en los textos de los místicos, y particularmente en Santa Teresa, se encuentran frecuentemente expresiones como Acaecióme, que le sirven para describir sus íntimas experiencias), Teresa de Jesús reformadora (la reforma en la Iglesia, Teresa reformadora y los escritos de Teresa), La andariega en Palencia (la fundación palentina no fue empresa fácil), El palomarcito palentino (el 29 de diciembre de 1580, día del rey David, Teresa de Jesús, con sesenta y cinco años, establecía en Palencia el Carmelo de San José, su decimocuarta fundación), La Virgen de la Calle (el camarín de la Virgen corrió a cargo del maestro arquitecto Felipe Berrojo y la decoración, posiblemente, de Francisco Carnera; la mayor ornamentación se muestra en las ocho franjas de la bóveda) y Las huellas de Teresa.