El alcalde, Javier Rodríguez Rey, lo puede decir más alto, pero no más claro. Un día como el de la Exaltación de la Matanza, que este febrero alcanzó su vigésima tercera edición, es «una fiesta», una jornada de «convivencia entre vecinos y visitantes». Así, en una mañana luminosa y soleada, que parece que la localidad tiene un pacto para que el tiempo acompañe, decenas de personas se afanaban en la preparación de los productos matanceros que, ya en la tarde-noche, se degustarían.
«El cerdo sacrificado pesaba 175 kilos, insuficientes para dar las raciones que estamos dando estos años, alrededor de 600, por eso se cuenta con el suministro del carnicero», señaló. Chorizo, morcilla en crema, jijas, costilla y panceta conforman el plato de la degustación (es necesario adquirir el tique).
Esta Fiesta de Exaltación de la Matanza de Amusco, una de las de mayor tradición y trayectoria de las que se celebran en la provincia, «año a año ha ido ganando peso, y lo que empezó como algo muy local, cuando los vecinos se reunían en la otra plaza, la del Ayuntamiento, ha ido creciendo, y ahora estamos más organizados; se ha adquirido material para que todo resulte más cómodo».
«Congregamos a vecinos, veraneantes, que también vienen en esta fecha, y este año, por ejemplo, tenemos un matrimonio de Portugalete que ha venido ex profeso a la matanza», explicó, para subrayar a renglón seguido que «la fiesta se colocó el tercer fin de semana de febrero porque es cuando se celebran los quintos en Amusco».
Mujeres. La presidenta de la Asociación de Mujeres de Amusco, Lorena Pedrosa, recordó que la Fiesta de Exaltación de la Matanza está organizada por el Ayuntamiento y que este colectivo es el encargado de su desarrollo, léase preparar la sopa de chichurro, partir la carne para los chorizos, elaborar las tartaletas con crema de morcilla... «Entre todas formamos una cadena para la degustación, y la verdad es que resulta muy bien», comentó la representante de una asociación de la que forman parte más de un centenar de mujeres.
«Son muy importantes las mayores, que si bien no pueden trabajar mucho, son las que tienen el conocimiento y nos van diciendo lo que tenemos que hacer», especificó Pedrosa, quien hizo referencia a que lo que sobrara ayer se congelaría y que, después, en torno al mes de mayo, se hará una alubiada popular.