Nunca le gustaron las oficinas ni permanecer mucho tiempo en el mismo lugar, por eso le gustaba conducir un furgón y entregar y recoger la correspondencia en los trenes. Claro que no es una profesión que se planteara ejercer cuando era un niño o un adolescente. Lo que de verdad le gustaba, y le sigue apasionando, era el ejercicio físico y, a buen seguro, que hubiera sido un gran profesor, pero las circunstancias le llevaron por otro camino y tampoco se frustra entre lamentaciones. «Mi balance vital es bueno», resume.
Juan Carlos Moreno Millán nació en 1957 en San Lorenzo del Escorial, aunque es y se siente palentino. Fue el cuarto de cinco hermanos -los dos mayores nacieron en Villavega de Aguilar, los dos siguientes en El Escorial y el pequeño en Almodóvar del Río (Córdoba) por una movilidad familiar emparentada con el trabajo- y siempre ha estado muy unido al pequeño, con el que apenas se lleva dos años. Al venir a Palencia vivió en la zona de la Huerta de Guadián y recuerda que cuando fue al colegio Jorge Manrique ya sabía leer y escribir. «Los dos pequeños aprendimos con mi abuelo, que era maestro», comenta.
*Más información en la edición impresa y en la app de Diario Palentino