Orgullo, gratitud e ilusión por ser la pregonera

Noelia Tadeo
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Heidi Millán es la encargada de pronunciar el discurso que da comiendo a los festejos. Será mañana a partir de las 19,30 horas

Orgullo, gratitud e ilusión por ser la pregonera

Como manda la tradición aguilarense, el pregón oficial abre las fiestas de San Juan y San Pedro y este año la encargada de subirse al escenario y cautivar a los allí presentes con sus palabras es Heidi Millán, directora general de Tributos y Financiación Autonómica en la Junta y una enamorada de Aguilar de Campoo.

Recibió la noticia de su elección «con mucha ilusión y agradecimiento», asegura, pues «Aguilar es mi tierra y son mis raíces», añade. Y aunque no se lo esperaba lo considera una «agradable sorpresa», así como «una responsabilidad», que asume con orgullo.

Fue su hija Cecilia la primera persona en enterarse de la noticia y quien ha compartido desde entonces la ilusión. Es cierto que Heidi Millán tuvo sus dudas y le costó decidirse a aceptar el ofrecimiento, pero se dio cuenta pronto de que si habían pensado en ella desde el Ayuntamiento era «por mi responsabilidad pública o porque consideran que soy una buena embajadora de Aguilar», por lo que «no podía rechazar la propuesta», explica.

Y es que no se puede olvidar que esta aguilarense de corazón y nacimiento lleva el nombre de su pueblo allá por donde va y regresa a él siempre que tiene ocasión. De hecho, su hija ha mostrado su deseo de trasladar allí su residencia.

En sus palabras, en sus actos y en sus recomendaciones se percibe el cariño que Heidi Millán le tiene hacia Aguilar, un sentimiento que no ha dudado en trasladar a Cecilia. Aunque tuvo que abandonar la localidad para emprender una fructífera carrera laboral, asegura que le gusta «absolutamente todo», empezando por los recuerdos familiares, el ambiente en las plazas y «sus gentes, pues Aguilar de Campoo es un pueblo en el que nadie se siente forastero». 

A la hora de definir la localidad que la vio crecer, Heidi Millán afirma que es «olor a galletas, son los veranos interminables de la infancia, el centro de reunión de la familia y el reencuentro con los amigos, el río Pisuerga, los paseos hacia el monasterio de Santa María la Real y la parada en el jardín de la posada; sin olvidar las tardes en el pantano con las magníficas vistas de las montañas de Fuentes Carrionas». Y será precisamente el orgullo de pertenecer a Aguilar, sus gentes y su patrimonio lo que centre el pregón de mañana.