Los jueces de paz de la provincia resolvieron 11.393 causas. 2.321 formaron parte de la carpeta de asuntos civiles, mientras que la mayoría, 9.072, eran cuestiones penales, según informó el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Las tres cifras demuestran la importancia que tienen estas figuras en el medio rural palentino, puesto que su labor es ajena a las capitales de partido judicial. Hay uno por Ayuntamiento a excepción de aquellos en los que existe, al menos, un Juzgado de Primera Instancia e Instrucción (en nuestro caso Carrión de losCondes, Cervera de Pisuerga y Palencia), por lo que habrá jueces de paz que tengan más trabajo que otros. La población es la que es y, por norma general, siempre habrá más litigios, por poner algún ejemplo, en Guardo o Aguilar de Campoo que enVillodre o Villarmentero de Campos.
Además, este órgano unipersonal, que es elegido por mayoría absoluta por los plenos de los consistorios donde vaya a tener su responsabilidad y nombrado oficialmente por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL), es, en muchos casos, el primer contacto de los ciudadanos con la justicia, aunque estos no tengan que ser licenciados o graduados enDerecho y sean jueces legos, es decir, personas que no pertenecen a la carrera judicial. Pero a diferencia de la mayoría de los titulares de otros órganos judiciales, son personas vinculadas a la localidad y eso, en ciertas ocasiones, es un punto a favor para resolver cuestiones civiles como conflictos entre vecinos o deudas que no superen los noventa euros y penales como coacciones o amenazas, siempre, eso sí, que el delito que se impute sea leve.
Por otro lado, la labor de los jueces de paz, que nunca es fácil, evita que a los juzgados de Primera Instancia e Instrucción lleguen asuntos que pueden ser resueltos con anterioridad y que lo único que haría sería generar más trabajo en las sedes judiciales, lo que entorpecería el desarrollo del día a día. También provocaría un desplazamiento innecesario de las personas que reclamen justicia. Palencia,Carrión y Cervera no están muy lejos, pero para llegar a estas localidades desde otros puntos de la provincia hay que coger el coche o montar en servicio público; de ahí que si el problema se puede resolver en el pueblo, mucho mejor.
En una época en la que el medio rural palentino lucha contra el envejecimiento y la despoblación, el juez de paz debe seguir siendo una de las instituciones locales. Y la Administración de Justicia tendría que reforzar y apoyar su labor para que pueda seguir emitiendo sentencias.