Más de 84.000 usuarios se dieron un baño en la piscina

Pablo Torres
-

Más de un millar de palentinos se refrescó del calor cada día en estos recintos de ocio durante los meses estivales. El Sotillo, al igual que los años anteriores, vuelve a ser la instalación más demandada

Imagen de archivo de unos bañistas en la piscina del Sotillo. - Foto: Sara Muniosguren

El tiempo cambiante de este verano, que más de una noche obligó a sacar una chaqueta a los viandantes que paseaban por la calle o tomaban algo en una terraza, no ha sido un condicionante suficiente como para frenar la concurrencia a las piscinas de la ciudad. Ante los altos niveles del mercurio vividos en varias de las semanas del estío, son muchos los vecinos y visitantes que decidieron pegarse un chapuzón para refrescarse y combatir así a las temperaturas. 

En concreto, fueron 84.325 los usuarios que optaron por darse un baño entre junio y septiembre en alguna de las tres piscinas municipales de la capital, a saber, las instalaciones de San Telmo, El Sotillo y el Monte. 
De acuerdo con los datos facilitados por el Ayuntamiento, en el mes de julio se experimentó la mayor afluencia de bañistas. Un total de 49.005 usuarios pasaron por alguna de las piscinas municipales  durante este mes, lo que equivale a más del 58 por ciento del total del verano.

En agosto, como viene siendo habitual, la cifra descendió, en este caso, hasta los 29.820 usuarios, lo que equivale al 35% de los totales.

Los 5.595 bañistas restantes se contabilizaron en junio, si bien hay que mencionar que este ha sido el único de los tres meses estivales en el que la apertura no estaba programada para todos los días (salvando las incidencias que han podido ocasionar cierres concretos en alguna de las doraciones). Recordar que San Telmo abrió sus puertas el día 17 de dicho mes; El Sotillo se demoró hasta el 21; y las piscinas del Monte, las más tardías de la ciudad, el 29. 

En este sentido, tomando como referencia el primer día de la temporada piscinera, se puede contabilizar una media que supera los mil bañistas al día. 

Las cifras de este verano se mantienen en la línea general de los ejercicios anteriores, si bien hay que recalcar que durante la crisis sanitaria de la covid-19 el número de usuarios descendió significativamente. 

Así, durante los veranos de 2020 y 2021 se registró una entrada por debajo de los 80.000 bañistas, siendo esta de 28.241 y 69.421, respectivamente. 

De acuerdo con las cifras de la administración local, los estíos en los que no hubo ningún tipo de restricción por la pandemia registraron una entrada similar, a excepción del pasado año. De este modo, los datos de bañistas son muy similares en 2019 (81.043), 2022 (84.568) y 2024 (84.325). 

Sin embargo, en 2023, el calor llevó a más palentinos y visitantes a tomar la decisión de darse un chapuzón para combatir las temperaturas. Por ello, la entrada registrada dicho año despunta sobre el resto del lustro, con un total de 92.506 usuarios, 8.181 menos que el presente verano. 

Por piscinas, la más concurrida este verano fue la del Sotillo, al igual que viene ocurriendo durante los últimos ejercicios. Concretamente, las instalaciones colindantes al Carrión registraron una entrada de 43.953 bañistas; muy por encima de la segunda instalación más frecuentada, el Monte, con 22.749 usuarios; y San Telmo, donde el total alcanzó los 17.623. 

ACTIVIDADES. Las actividades estivales que organiza el Ayuntamiento y el Patronato Municipal de Deportes contribuyen cada año a aumentar la afluencia de bañistas en las instalaciones municipales. Esto es así debido a que muchos de los programas que el Consistorio pone a disposición de los palentinos para mejorar la conciliación familiar los meses de verano, como el campamento urbano o los Pequejuegos, incluyen chapuzones en alguna de las instalaciones dependientes del Consistorio.

Estas entradas quedan registradas en las cifras que facilita la administración local y, este verano, han supuesto más de un 12 por ciento de los totales. En este sentido, se contabilizaron 10.324 usuarios procedentes de alguna de estas iniciativas.

Destacar que este año, amén de 2023, cuando los datos despuntaron por encima del resto de veranos, ha sido el que más usuarios de esta índole ha registrado, por encima de 2022, 2021 y 2019. En 2020 no se llevaron a cabo estas iniciativas. 

INCIDENCIAS. Recordar que la piscina olímpica del Sotillo permaneció cerrada durante casi diez días por una avería en los vasos filtrantes de su depuradora, un problema que provocaba la expulsión de arena al vaso de la piscina, lo que a su vez llevaba al ensuciamiento del agua. Desde el propio Ayuntamiento se reconoció que este problema venía estando presente desde el principio de la temporada. 

Esta incidencia desembocó en el cierre de la dotación entre el 31 de julio y el 8 de agosto. Finalmente, se optó por cambiar la arena de los vasos por cristal, lo que permitió mejorar la calidad del agua.

Por otro lado, es de mención la demora en la apertura del Monte y elSotillo, la cual estuvo condicionada por la autorización de Sanidad, el llenado de agua y las adversidades del tiempo.

 

Los hinchables y las bajas temperaturas, protagonistas en el fin de la temporada piscinera

La temporada piscinera pone hoy su punto final en la capital. Si bien el cierre de la piscina de San Telmo tuvo lugar este domingo, las instalaciones del Sotillo y el Monte cierran hoy sus puertas, a la vez que se despiden los chapuzones al aire libre hasta el próximo verano. 

La jornada de baño estuvo marcada por las bajas temperaturas, que hicieron a más de uno pensárselo dos veces a la hora de meterse al agua. El sol que asomaba entre las nubes no fue suficiente para evitar que el viento y el escaso mercurio ahogaran el último baño del año.

Como viene siendo habitual, el final de la temporada cuenta con una despedida especial para los más pequeños. Las piscinas del Sotillo guardaban ayer una sorpresa para todos aquellos que adquirieran una entrada, y es que sobre el agua hubo cinco hinchables que hacían la función de parque acuático para que los jóvenes (y no tan jóvenes) pudiesen disfrutar antes del cierre. 

Pese al fresco del ambiente, los usuarios pudieron saltar, hacer carreras de obstáculos o deslizarse por un tobogán. Todos estos juegos tuvieron como denominador común el chapuzón final en el agua. 

Estos hinchables estuvieron ubicados en la céntrica piscina de la capital entre el mediodía y las tres de la tarde. Tiempo suficiente para cansarse y refrescarse tras el esfuerzo después de jugar con los  amigos en las distintas colchonetas.

Cada una de ellas ofreció una alternativa diferente.Así, sobre el agua hubo un wipeout para desafiar el equilibrio de los bañistas; una carrera de obstáculos por diferentes montículos para poner a prueba su agilidad;un tobogán doble con el que lanzarse al agua; y un balancín y un pulpo para retar a los amigos. 

Si bien duante la jornada vespertina los hinchables ya no estaban disponibles, las instalaciones permanecieron abiertas hasta las ocho de la tarde, una hora menos de lo habitual entre junio y agosto.