Una comarca rica etnográficamente como el Cerrato cuenta con multitud de muestras y museos, bien sean temporales o permanentes, institucionales o privados, generalistas o temáticos, universales o localistas.

La excelencia del Museo del Cerrato en Baltanás o del Museo del Cántaro en Valoria la Buena ya han sido glosadas en esta sección, por su gran importancia. Toca ahora citar otras iniciativas dignas de divulgación, sin pretensión de exhaustividad.
Destacó hace unos años Fossilium, colección de fósiles que evidenciaban la evolución de la tierra desde hace cientos de millones de años (era paleozoica) hasta la actualidad, con 765 piezas de más de 10.000 que la familia Martín Lorenzo, de Villamuriel, recopiló a lo largo de más de 30 años.

Sobre meteoritos, nos ilustró Rafael Cítores en su Cobos de Cerrato natal y sobre la diversidad de piedras del Cerrato, Edelmiro Antolín en Cevico Navero.

Museos

En Valdecañas de Cerrato, Monserrat Modrón y José Miguel Gil poseen una curiosa colección de más de 70 aparatos antiguos de radio recopilados desde hace cuatro décadas. José Miguel trabajó durante muchos años en el turno de noche del servicio municipal de limpieza de Palencia y los encontraba en los contenedores. Muchos de ellos funcionan, destacando un Philips fabricado en Alemania en 1945. Esta pareja también posee una gramola, una silla de bebé de más de 100 años y numerosos baúles y maletas muy antiguos restaurados por Monserrat.

Quintana del Puente.

En Quintana del Puente, Francisco López, conocido como Paco Pus, tiene una colección de relojes hechos por él en los soportes más inverosímiles. En un viaje a Salamanca compró en una tienda de antigüedades un reloj de péndulo hecho en una azada. A raíz de ahí un amigo le animó a hacer relojes en soportes extraños. 

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Su amigo le prestó maquinaria, y empezó a hacerlos: en una cerradura, en un trillo y una zoqueta, en tejas, etc. Todo el pueblo le preguntaba «oye Paco, ¿te vale esto para un reloj?», y él siempre respondía afirmativamente. Le fueron llevando hierros, maderos, clavos cuartillos, etc., objetos a los que dota de maquinaria de reloj que compra y agujas que él mismo elabora con pletinas de aluminio lo más rústicas posibles para que vaya en consonancia. Busca siempre la combinación perfecta: si es en un trillo pone una zoqueta; si es en una cerradura, el péndulo es una llave; si es en una cuba, es la canilla la que hace de péndulo, etc. Son cientos los que tiene, y los ha expuestos tanto en Quintana del Puente como en pueblos de alrededor. Es tan curiosa la afición de Paco Pus ha supuesto que la misma haya sido divulgando en diversos reportajes periodísticos.

Durante un tiempo estuvo abierto al público en una enorme cueva yesera de Valdeolmillos un museo etnográfico creado por José Manuel Velasco, con miles de piezas, unas donadas y otras compradas, organizadas por temas.

En Torquemada se inauguró en julio de 2012 un museo en la casa familiar del jesuita José María Rodríguez Bustos, por parte de una fundación que lleva su nombre. La visita se inicia en un mirador denominado Turri Cremata, nombre originario de la localidad. El Museo acoge una colección etnográfica y pictórica (cuadros pintados por él) sobre la Castilla rural de mediados del siglo pasado, especialmente lo relacionado con Torquemada. Pueden verse enseres antiguos que muestran las costumbres, las formas de vida, la cultura o la economía tradicionalmente agraria del Cerrato, y a su vez su equivalente moderno para evidenciar la evolución. También hay referencias a personajes ilustres de Torquemada como José Zorrilla (criado en Torquemada, de donde era su padre) o Catalina de Austria (reina de Portugal, nacida en Torquemada).

Alfredo Barcenilla lo organiza en su casa de Antigüedad, típica casa de labradores heredada de sus padres. Se exponen menaje doméstico, ajuar,  aperos de labranza, equipamiento de las caballerías, útiles de matanza, de quesería, de panadería: utensilios para coser, conchas, sacas de correos, y un largo etc. de objetos de la vida cotidiana del siglo pasado (pitilleras, hacheros, orinales, adobes, cestos, cántaros, botijos, carracas de Semana Santa, máquinas de escribir, o las botellas de gaseosa Clavero…). Junto a cuadros pintados por él con el mundo rural como motivo, y referencias a la recientemente recuperada Cofradía de Ánimas (vestimentas, símbolos, libros, etc.).