El Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior, Josep Borrell, llevará a la mesa de los líderes de los 27 en la cumbre de este jueves y viernes en Bruselas su propuesta para usar 3.000 millones de euros de beneficios generados por los bienes del Banco Central de Rusia inmovilizados en Europa para apoyar militarmente a Ucrania en un intento de empujar esta medida después de dos años de debate sobre la base legal para utilizar estos recursos en favor de Ucrania.
"Si los Estados miembros lo acuerdan, tendremos unos 3.000 millones por año que podemos conseguir de los beneficios. Algunos tenían todavía algunas preocupaciones por la base legal y las consecuencias en el mercado financiero. Hemos estado discutiendo esto durante meses, es hora de acabar con los 'peros', pondré una propuesta y los 27 acordarán o no", ha asegurado en una entrevista a un grupo de medios, entre ellos Europa Press.
El jefe de la diplomacia europea ha confirmado que el primer paso será la propuesta del marco legal de la medida este miércoles que permitirá a los 27 transferir los beneficios generados por los bienes congelados rusos al Mecanismo Europeo para la Defensa, el instrumento con el que la UE ha financiado el suministro de armamento a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania en 2022.
De acuerdo a su iniciativa, se utilizará el 90% de los beneficios inesperados generados por los bienes rusos para nutrir el Mecanismo Europeo para la Paz, lo que se traducirá en más ayuda militar a Kiev, mientras que se reservará un 10% para reforzar la industria de la Defensa de Ucrania en un intento de elevar su propia producción de armamento. Aunque Borrell no ha querido vincular el asunto, esto llega después de que algunos Estados miembros como Hungría hayan anunciado que no apoyarán el suministro militar a Ucrania.
La UE tienen que emplear el Mecanismo Europeo para la Paz, fondo dotado de las aportaciones de los 27, ya que los tratados no permiten el uso militar del presupuesto comunitario. Solo el 10% de los beneficios irán como tal al presupuesto de la UE, en este caso para impulsar la industria militar de Ucrania.
"Si hacemos esto, Rusia no estará contenta. La cantidad no es extraordinaria pero no es poca cosa. Veremos que dicen los Estados miembros pero el debate ya acabó y habrá una propuesta", ha defendido Borrell. El cálculo de los 3.000 millones excluye una parte adicional que se reservará para seguros y posibles respuestas legales ante potenciales denuncias de Moscú.
Respecto a las dudas por el impacto en los mercados financieros o la reputación del euro, el responsable de Exteriores de la UE ha defendido que el Banco Central Europeo (BCE) ha sido consultado durante todo el proceso ya que "tiene mucho que decir" y la propuesta tienen en cuenta sus consideraciones.
El bloque europeo usaría los beneficios generados desde febrero de este año, cuando estableció un mecanismo que definía las obligaciones de los Depositarios Centrales de Valores (DCV) que poseen activos rusos inmovilizados, así como el estatus legal de los ingresos generados. Se calcula que la comunidad internacional ha podido bloquear alrededor de 260.000 millones de euros en activos del Banco Central de Rusia en forma de valores y efectivo en las jurisdicciones de los socios del G7, la UE y Australia, dos tercios de los cuales están inmovilizados en la UE.
Borrell espera que los líderes de la UE debatan ya su iniciativa en la cumbre y puedan dar una primera señal de apoyo a la medida, que tendría que bajar de nuevo a nivel de ministros para su aplicación concreta. Se trata de un empujón a la medida después de que la reunión de ministros de Exteriores de la UE no produjera un acuerdo unánime sobre la cuestión. "No puedo decir que haya habido unanimidad, pero sí un fuerte consenso para tomar esta decisión", explicó el Alto Representante este mismo lunes.