La alcaldesa, Miriam Andrés, aclaró ayer que los tres castaños ubicados junto a la cafetería del parque del Salón «no se talan porque se vaya a reformar» este espacio sino porque existen dos informes de dos ingenieros forestales que certifican que los árboles están «enfermos y podridos» y «había riesgo de caída».
«El interior de sus ramas está hueco. Se ha introducido una vara y se ha constatado que está hueco entero», agregó la primera edil que apeló a «ser conscientes de que los árboles tienen su ciclo de vida y mueren», por lo que anunció que los árboles serán talados, «siempre pensando en garantizar la salud de los viandantes», especificó.
La alcaldesa también anunció que el propio Ayuntamiento plantará nueve árboles en las inmediaciones para sustituir a estos tres, y que a diferencia de lo que ocurre con estos castaños, el traslado del olivo ubicado en la parte trasera de la cafetería sí que está vinculado a la reforma. Tal y como avanzó DP, ha sido la empresa la que ha propuesto al Ayuntamiento mover el árbol unos metros hacia el centro de salud, una operación que se ha hecho bajo supervisión de un ingeniero forestal y cuyos gastos correrían a cuenta suya.
Plataforma. La regidora capitalina salía así al paso de la Plataforma en Defensa del Arbolado, que registraba una solicitud para que el Ayuntamiento «aclare por qué han actuado podando y talando los ejemplares colindantes a la cafetería del Salón y si la empresa hostelera ha pedido licencia para hacerlo y para trasladar el olivo a otra ubicación, así como si existen informes sobre todo ello».
Esta asociación insiste en que la tala de árboles sin causa de fuerza mayor está prohibida si no existe un informe previo, tal como marca el artículo 154 del PGOU. Además, acusaba al equipo de Gobierno de «plegarse a intereses privados». «Se están dando podas-talas infundadas, puesto que de estos ejemplares no se han realizado las correspondientes tomografías», advierten.