Para Manuel Domínguez Gallardo, Cástulo, también será su primera actuación en Palencia, donde cantará junto a Antonio Ortega en el Teatro Principal.
El pintor (de paredes) de profesión, es una de las voces más interesantes del panorama flamenco actual, por lo que ha cosechado muchísimos galardones y producido una amplia discografía. Su cante es profundo, lento y doloroso, centrado en el aficionado que entiende.
¿Qué tiene su pueblo, Mairena del Alcor, para haber dado tantos artistas flamenco de de talla sobresaliente?
Desde siempre los hombres han trabajado en el campo, donde cantaban mucho, cantes de trilla, de labranza, etc. y al acabar las labores del campo se reunían en las tabernas y allí cantaban con más esplendor (no es lo mismo cantar mientras se trabaja que estar concentrado en lo que estás haciendo) y cantaban los cantes propios de Mairena: tonás, saetas, soleás, livianas, seguiriyas...
Por eso usted comienza muy pronto a cantar, con un estilo sobrio e influencias del gran Antonio Mairena.
Con 12 años empecé a juntarme con aficionados para acudir a tabernas y a festivales, y me fui enganchando, porque el flamenco es algo que te absorbe, cuanto más escuchas más quieres escuchar. Con 17 o 18 años ya empecé a cantar.
Por supuesto que la forma de expresarse de Antonio Mairena me ha influido mucho, aunque yo trato de llevarlo a mi terreno y aportar lo que pueda, pues creo que lagrandeza de todo artista está en ir aportando cosas nuevas.¿Qué puede decir de Antonio Mairena, cuya figura homenajeará en su actuación de este viernes en Palencia?
Fue uno de los grandes cantaores de flamenco y está entre los que más han aportado no solamente en cuanto a interpretación, también en investigación ya que rescató muchos cantes que estaban casi perdidos. Contribuyó a profesionalizar el flamenco y es uno de los mayores legados que existen. Ha supuesto un antes y un después en el cante.
¿De dónde le viene a usted el nombre artístico de Cástulo?
De mi tía-abuela, que se llamaba Cástula, y la gente para referirse a su marido envez de decir 'el marido de Cástula' comenzaron a llamarle Cástulo, y a partir de ahí, se popularizó como apodo de toda la familia.
¿Cómo ve el presente y, sobre todo, el futuro del flamenco?
El flamenco, como todo arte, está vivo y en continua evolución. Se van creando formas nuevas. Eso es bueno, pero respetando las bases, las raíces. Hay una hornada de cantaores muy buenos. Yo creo que el futuro del flamenco está asegurado.
La Gira del Norte, que le trae a Palencia, ¿contribuye a ello?
Esta Gira es muy interesante. En el norte residen muchos andaluces, y sobre todo hay que tener en cuanta que el flamenco es un arte universal; donde se escucha gusta pues tiene algo especial que no tiene otras cantes, trasmite y cala mucho en la gente, por la esencia y la hondura.