El reloj marca las 8,30 horas de la mañana y un policía local se acerca a las inmediaciones del colegio público Reyes Católicos de Dueñas para cortar el tráfico de la carretera de Ampudia. Lo hace por seguridad. Durante unos treinta minutos, la calle es un ir y venir de niños con sus mochilas y de familiares siempre ojo avizor. El edificio, que se estrenó en 1961, sigue cerrado y a la condena a muerte solo le falta fecha, pero, mientras tanto, está sirviendo como punto de referencia para la recogida de los alumnos eldanenses deEducaciónInfantil y Primaria que se desplazan hasta el antiguo colegio Sagrado Corazón de Venta de Baños, la sede temporal del centro desde septiembre.
Los padres y abuelos que acompañan a los niños a la parada aceptan, algunos con más resignación que otros, la solución provisional planteada por la administración. Explican que, por encima de todo, está la seguridad de los escolares y nadie cuestiona que el inmueble lleve clausurado desde que detectaron los problemas estructurales. «El cierre del colegio es lo adecuado. Era terminantemente imposible seguir utilizándolo. Y creo que es más importante la seguridad de cualquier niño que todo el trastorno que nos pueda causar esto», asegura David Calvo, que también ejerce de concejal en el Ayuntamiento de la ciudad. En este punto también incide MariCarmen de laRúa, quien destaca que «lo importante es que los niños vayan contentos a clase y que el centro sea seguro». No obstante, Victoria Durán explica que quizá los pequeños de Educación Infantil podrían haberse quedado en Dueñas. «A lo mejor podían haber hecho un hueco en la guardería para los de tres años, pero parece que se han adaptado bien», expone.
Todo cambio, por muy obligado que sea, afecta al día a día de unas familias que no estaban acostumbradas a tener que despedirse de sus hijos mientras suben al autobús. «El año está siendo distinto, aunque todo ha sido cuestión de irnos acostumbrando poco a poco y de seguir una dinámica que antes no teníamos», comenta José Luis Pirón, que coincide con otros vecinos, como Jessica García, que admite que el curso escolar «está siendo mejor de lo esperado». «Hay que madrugar más, pero los niños están contentos», explica. En cambio, Claudina Cerviño, declara que «está siendo un lío» el traslado. Hay opiniones de todo tipo, aunque en líneas generales, ven que desde septiembre hasta la actualidad, la logística del traslado ha mejorando. «Antes, el autobús llegaba más tarde y las clases empezaban tarde.Ahora está mejor organizado», expone Esther Diez.
Por otro lado, David Peña, miembro del ConsejoEscolar del centro, admite que «han notado más el cambio los padres que los niños», ya que estos no son conscientes aún de los peligros que entraña la carretera. «Están contentos», afirma antes de explicar que el centro temporal venteño tiene unas buenas instalaciones, con clases amplias y, en algunos casos, con baños en las aulas para los más pequeños.
A primera hora de la mañana, una de las grandes quejas es que la espera se hace en un espacio sin pérgolas ni grandes marquesinas. «Para los días de frío y lluvia estaría bien que hubiera una zona para no estar a la intemperie», declara Manuel Sedano, que coincide con otras personas que madrugan para acompañar a los pequeños a la parada, en la que también se pueden ver tiernas escenas de alumnos de Infantil que llorando y resistiéndose a entrar porque no quieren separarse de sus seres queridos.
EL NUEVO COLEGIO. Pero en la mente de todos los eldanenses está la construcción de un centro y, a ser posible, de manera inmediata, para poner fin pronto al transporte hasta el municipio venteño. No está muy lejos, pero ante cualquier imprevisto la respuesta de los padres está más a desmano y requieren de coche. «Lo que tienen que hacer ya es empezar el edificio del nuevo colegio», expone Yolanda Chacón. En términos muy parecidos habla Jorge Chacón, quien espera que lo levanten «cuanto antes».
Desde el Consistorio, el alcalde, Miguel Ángel Blanco, que también es padre afectado por el cierre del colegio Reyes Católicos, explica que «dentro de lo raro que es desplazarse, que nunca lo habíamos vivido, está siendo normal educativamente hablando». «Todos los alumnos están juntos y con los mismos profesores en unas instalaciones de calidad.La única diferencia, que no es poca, es el transporte», declara el primer edil antes de destacar que el viaje tampoco es muy largo. «A veces están más tiempo esperando que dentro», opina.
En relación con el futuro colegio, Blanco recuerda que el Consistorio se encuentra en trámites para poner a disposición de la Junta de Castilla y León las parcelas necesarias (que se sumarán a las que ocupa el inmueble actual) para la edificación del centro y que en marzo tendrán la autorización para los estudios arqueológicos de los nuevos terrenos. «Todo el aulario y las salas de profesores afectadas se derribarán. Lo que quedará en pie será el comedor escolar y el gimnasio, que es un edificio que no tiene ninguna patología, pero que posiblemente no se usará en esos fines porque se integrarán todas las instalaciones en el nuevo colegio», manifiesta el regidor.
Además, comenta que la colaboración con la administración autonómica «es máxima» y que se intentando acortar los plazos. «Se está trabajando en el proceso de licitación para la redacción del proyecto y ejecución del derribo. Si a lo largo del verano tuviéramos el edificio tirado, el solar integrado y en licitación el nuevo estaríamos en buenos plazos», añade.
Desde Venta de Baños, el profesorado comenta que el inicio del curso «fue duro porque faltaban recursos, principalmente digitales», aunque en estos momentos ya está todo adaptado.«Estamos trabajando correctamente», destacan. Además, quieren subrayar la labor de los padres durante la mudanza, que sirvió para completar el trabajo de las administraciones. Por último, desean que tengan en cuenta sus opiniones antes de diseñar el nuevo centro.
Mientras tanto, la bocina que marca el final de clase seguirá sonando en tierras venteñas a las 14 horas y, unos diez minutos más tarde, la carretera de Ampudia volverá a estar llena de niños.Es la hora de comer. Unos irán a casa y otros, al comedor escolar, que no sufre daños estructurales.
Dos millones de la Junta para el nuevo centro
El proyecto de Presupuestos Generales que presentó esta semana la Junta de Castilla y León incluye una partida de dos millones de euros destinada a las obras del nuevo colegio público de la localidad. Se trata del 27,52% de la partida de inversiones de la Consejería de Educación en Palencia, según la información facilitada por el Gobierno autonómico. Las cuentas planteadas por la coaliciónPP-Vox aún tienen que ser aprobadas por las Cortes de Castilla y León para que sean oficiales.