«Es como si te cayeran 30 años de un día para otro»

César Ceinos
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El cerrateño José Luis Cardín, enfermo de covid persistente, perdió su puesto de trabajo, tuvo que dejar alguna de sus aficiones y necesitó de ayuda psicológica para salir adelante

José Luis Cardín - Foto: Óscar Navarro

El covid persistente cambia la vida de aquellas personas que lo sufren. Así de claro lo afirma José Luis Cardín, uno de los enfermos que sufren secuelas vinculadas a la pandemia de coronavirus en la provincia. Antes de que se infectara, tenía un trabajo y podía divertirse con varios pasatiempos, pero tras el contagio perdió su puesto de trabajo en una empresa auxiliar de Renault y se vio obligado hasta de cambiar de aficiones.

Su vida se torció en la Nochebuena de 2021, cuando acudió al hospital aquejado de unos síntomas similares a los de una gripe fuerte. Tras diversas pruebas le comentaron que era positivo en covid y le tocó aislarse en casa unos diez días para evitar propagar la enfermedad. «Pasado ese tiempo me volví a incorporar al trabajo, pero me seguía encontrando cansado y dolorido y me ahogaba al andar y al hablar. En vez de remitir, los síntomas se agravaban cada día. Me encontraba cada vez peor», explica este vecino de Villamuriel de Cerrato, que actualmente tiene 52 años.

Ante esta situación, acudió al médico de familia, que, después de varios estudios, le remitió a la consulta poscovid del Río Carrión. «La doctora Cristina Sánchez, una profesional estupenda, me derivó directamente a los especialistas que me correspondían», declara Cardín, quien, en líneas generales, asegura que recibió una buena atención médica, aunque lamenta el tiempo de espera y la falta de personal, que provoca, bajo su punto de vista, «que todo se retrase». En abril de 2022 le confirmaron que sufría covid persistente, con un TAC de tórax le descubrieron un enfisema pulmonar y en reumatología le hicieron un seguimiento de los dolores musculares y articulares, que «en principio los denominaron poliartralgias y en octubre de 2024 me diagnosticaron fibromialgia». «Yo era una persona sana y todo llegó con el covid», lamenta tras recordar que todo este proceso provocó que necesitara ayuda psicológica y psiquiátrica. Además, desde los inicios, el cerrateño recibe un tratamiento farmacológico para calmar los dolores con opioides y derivados de la morfina y también necesita fármacos para dormir porque padece insomnio. «En estos momentos tomo unas 14 pastillas diarias para sobrellevar todo», comenta. 

POSITIVO. Por si fuera poco con los dolores y otros problemas que padece por el covid persistente, hace unos meses sufrió un coágulo. «Cuando me hicieron las pruebas daba positivo en covid. No puedo asegurar que fuera 100% por eso, pero al final suma todo», añade.
El cambio le está afectando en todos los sentidos. «He tenido que dar un giro de 180º grados a mi vida. Es como si te echaran 30 años a mayores de un día para otro. No era un deportista, pero siempre me ha gustado caminar y andaba más de 10 kilómetros al diarios. He tenido que cambiar hábitos «, asegura el villamurielense. 

En el aspecto laboral, después de permanecer el baja el máximo tiempo posible, «el tribunal médico reconoció que tenía todos los síntomas que me diagnosticaron, pero entendió que mi empresa tenía que adaptarme un puesto». «Entonces yo me incorporé, en el reconocimiento médico me calificaron como apto con limitaciones, pero no había ningún puesto para mí y me quedé sin trabajo después de 15 años», declara Cardín, quien asegura que, tras estos hechos, llegó a considerarse «como un lastre». «Me vine abajo y hasta perdí la ilusión por todo. Es difícil de llevar», añade.

Por último, cabe destacar que forma parte del colectivo de enfermos de covid persistente de Castilla y León y entre sus grandes demandas está la creación de una unidad multidisciplinar para tratar a los pacientes que padecen su patología. «El covid sigue ahí y hay muchísima gente que ha quedado con secuelas», concluye el cerrateño que, después de contactar con otros pacientes, reconoce que otras personas se encuentran en peor situación que él. «Hay enfermos que no pueden andar y otros que han llegado a perder la vista», detalla.

 

PALENTINA CON COVID PERSISTENTE: «Tuve que pagarme la rehabilitación y he tenido que recurrir a un abogado»

Otra palentina que prefiere no decir su nombre explica que lleva cinco años con covid persistente. «Me contagié en la primera ola mientras trabajaba, pero cuando la prueba dio negativo seguía mal», explica. Entre los síntomas que padece destacan la fatiga crónica y otros problemas cognitivos, hormonales y ginecológicos. «Tuve que pagarme la rehabilitación y, por si fuera poco, cuesta que te adapten el puesto a esta situación. En algunas cosas, he tenido que recurrir a un abogado», detalla esta paciente, a la que reconocieron discapacidad y que aún sigue acudiendo a tratamiento psicológico por culpa de las secuelas de la pandemia.