Conflictividad y la escasez de personal en la cárcel de Dueñas

ICAL
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El centro cuenta con 494 funcionarios y una población reclusa de 882 internos

Conflictividad y la escasez de personal en la cárcel de Dueñas

La cárcel de La Moraleja en Dueñas acogió esta mañana los actos de celebración en honor a La Merced, patrona de la administración penitenciaria. El centro cuenta en la actualidad con 494 funcionarios trabajando para una población reclusa de 882 internos a día de hoy. De hecho, la propia directora de la prisión, Marta Touya, reconoció hoy que existe un déficit de personal aunque remarcó que están en vías de solucionarlo. "De forma progresiva se ha ido aumentando la plantilla. Es cierto que en algún momento hemos llegado a superar los 900 internos pero no es una cifra fija. El número de presos va variando", explicó.

La prisión de La Moraleja destaca como el centro penitenciario con mayor conflictividad en la Comunidad debido, en parte, al perfil peligroso de los internos. "Los conflictos no podemos decir que sean normales pero hay que ser comprensivo porque los internos son muy complicados. Esto no es un colegio de monjas. Es un sitio donde hay gente muy peligrosa y es, entre comillas, normal. Pero hay que seguir apostando por la reinserción", declaró el subdelegado del gobierno en Palencia, Ángel Domingo Miguel, al tiempo que calificó de "muy positivo" el hecho de que se estén dando pasos para considerar a los funcionarios de prisiones como Agentes de la Autoridad y cumplir así, una de sus reivindicaciones históricas.

Pese a todo, un año más, desde la Agrupación de los Cuerpos de la Administración de Instituciones Penitenciarias (ACAIP) se desmarcaron de las celebraciones e insisten en que "las agresiones no son un caso aislado ya la conflictividad en esta cárcel es muy alta" y piden soluciones. Recuerdan que en lo que va de año se han sufrido once incidentes en los que han resultado heridos 16 funcionarios. Insistieron en que se sienten "abandonados" por las administraciones y remarcaron que el de hoy, "no es un día para celebrar".