Luces y sombras en el campo palentino. En el aspecto positivo aparecen los primeros resultados de una cosecha que está prácticamente concluida en las comarcas de Tierra de Campos y Cerrato, mientras que en el plano negativo figuran, de nuevo, los bajos precios de los cereales en las lonjas, según explican desde las organizaciones agrarias profesionales (opas) con representación en la provincia.
«La cosecha va bien, pero en algunas zonas se esperaba más», detalla el presidente de Asaja Palencia,José Luis Marcos. Por su parte, el secretario provincial de UPA,Blas Donis, califica la recogida de los cereales de invierno como «media-buena», mientras que el presidente de COAG Palencia, David Tejerina, destaca la irregularidad del rendimiento, con parcelas con buenos resultados y otras con «daños muy importantes», hablando de pérdidas de hasta el 70% en las tierras más afectadas.
A tenor de la última información facilitada a este periódico, la producción media de trigo (el cereal más recogido de la provincia) llegará a los 5.049 kilos por hectárea (kg/ha) en Tierra de Campos y a los 4.702 kg/ha en Cerrato, los territorios más extensos y con mayor peso de la provincia. Son cifras mucho más altas que las registradas en la campaña de 2023, cuando el rendimiento se quedó en 3.182 kg/ha y 2.539 kg/ha, respectivamente, aunque las opas explican que este año las enfermedades provocadas por el exceso de lluvias y la presencia del topillo en determinados lugares afectaron negativamente al crecimiento de los productos.
En las comarcas del norte de la provincia, donde las cosechadoras aún tienen unas dos semanas de trabajo por realizar, los promedios son más bajos que en las comarcas del centro-sur y oscilarán entre los 4.666 kg/ha del Boedo-Ojeda y los 2.735 kg/ha de Guardo. En este caso, las cifras también superarán a las del pasado año (no se llegó a alcanzar en ninguna de estas demarcaciones los 3.000 kg/ha), si bien desde las opas lamentan que el agua, por excesivo, provocó, por un lado, que se retrasara el inicio de las labores y, por otro, daños en parcelas.
Con todo ello, la media del rendimiento del trigo por hectárea se situará en 4.773 kilos, un dato muy por encima del registrado el pasado ejercicio, que se quedó en 2.940 kilos.
media total. Los números caen al tener en cuenta otras semillas que se cultivan en la provincia, como las de cebada, centeno, avena y triticale.El promedio total de la producción de cereales será 4.455 kg/ha, muy lejos de lo recogido el año pasado por cada hectárea (2.577 kg). Tierra de Campos yCerrato serán las zonas más productivas con 4.681 y 4.680 kg/ha, respectivamente. En el norte, los kilos por comarca se moverán entre los 4.222 del Boedo-Ojeda y los 2.358 de Guardo. En todos los casos, el rendimiento será superior al de 2023.
Eso sí, en este punto hay que destacar que la campaña anterior llegó a ser calificada como «nefasta», con la sequía y las altas temperaturas como grandes culpables de los bajos resultados de la cosecha, que se agravaron por los altos precios de los insumos, situación que este año también sigue presente, según recuerdan desde las opas.
PRECIOS. Por otro lado, los responsables de Asaja,UPA y COAG lamentan los bajos precios de sus productos en las lonjas, que rondan los 200 euros por tonelada en el caso del trigo y los 180 en el de la cebada.
Marcos, que recuerda que el trigo se movía en torno a 250 euros por tonelada, asegura que el precio «es muy bajo», comenta que las lonjas en estos momentos «están un poco paradas» y reclama precios más altos. «Aunque la producción haya sido buena, con esos precios las cuentas no salen», lamenta el presidente de Asaja.
En cambio, Donis es mucho más crítico y denuncia que existe un sector de intermediarios que «compra cereal y va a especular con el precio a la baja». Y eso, bajo su punto de vista, «va a hundir a muchas explotaciones familiares que tiene las cosas ajustadas». «No puede ser que se pague el trigo a un precio más bajo que hace 30 años», sentencia.
Por otro lado, Tejerina explica que en las últimas semanas ha caído el precio del trigo, aunque se mantiene «a la expectativa» de lo que pueda ocurrir próximamente.