El Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradición

J. Benito Iglesias
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Pese al frío cientos de palentinos se dieron cita en los entornos de la iglesia de Miguel en la celebración de Año Nuevo

El Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradición - Foto: Sara Muniosguren

La Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, que cuenta con 307 asociados y cada vez más jóvenes, repitió ayer con éxito el Bautizo del Niño, que cuenta con el marchamo durante siete ediciones de la declaración de Fiesta de Interés Turístico Nacional. Y así lo lleva haciendo desde el siglo XVI -salvo dos años de ausencia por la pandemia- dentro y fuera de la iglesia de San Miguel.  Tras la misa matinal oficiada por el obispo Mikel Garciandía, que disfrutó por primera vez de la tradición de Año Nuevo, por la tarde fueron cientos los palentinos los que llenaron la iglesia de forma previa con el rezo del rosario y la renovación de las promesas del bautismo, dando paso a la procesión y la pedrea de caramelos en el exterior. Pese al frío y con menos gente que en la edicición del pasado año, los fieles al Bautizo del Niño contemplaron al son del villancico Ea como gran  protagonista a los numerosos hermanos cofrades bailando y meciendo al Niño en turnos para portar la imagen. 

En esta ocasión, entre las primeras autoridades que procedrn como es tradición a bailar y mecer al Niño se encontraba el obispo, Mikel Garciandía, ausente en la anterior edición al tomar posesión unos días después de celebrarse. Luego lo hicieron las autoridades civiles, entre las que se encontraban la alcaldesa, Miriam Andrés; el subdelegado del Gobierno en Palencia, Ángel Domingo Miguel; el delegado territorial de la Junta de Castilla y León; José Antonio Rubio Mielgo; y el  concejal de Cultura, Turismo y Fiestas del Ayuntamiento, Francisco Fernández. En esta ocasión no mpuedo asistir la presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén.

Al igual que el pasado año, en la procesión tomaron parte el grupo de danzas Dulce Nombre  de Jesús con un grupo de niños y niñas de corta edad muy animosos desafiando a una tarde gélida, los dulzaineros de Ampudia y la Banda Municipal de Música, entonando el sonido del villancico Ea en sus instrumentos, para finalizar -una vez que concluyó el recorrido rodeando la iglesia parroquiel de San Miguel- frente a los  balcones de la casa rectoral.

El Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradiciónEl Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradición - Foto: Sara Muniosguren300 KILOS DE CARAMELOS. Allí, ya con más presencia de palentinos que a lo largo de la  procesión, se celebró la tradicional pedrea ccon casi 300 kilos de caramelos por parte de la madrina, madrina niña, alcaldes y capilleros de la cofradía y autoridades civiles y religiosas, haciendo las delicias de los más pequeños. El presidente de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, Ángel Gutiérrez, mostró sus satisfacción por el desarrollo de la fiesta. «La preparación como siempre ha estado tranquilla y son ya muchos años de celebración en los que, sobre todo por la tarde, llega gente de forma masiva a la procesión y la pedrea. Estoy muy contento  y es una satisfacción que la gente valore esta tradición con llegada del Año Nuevo», expuso.

Por su parte, Ricardo Fernández, que afrontó su primer Bautizo del Niño afronta su primer Bautizo del Niño como presidente de la Hermandad de Cofradías de Palencia, destacó la importancia de esta Fiesta de Interés Turístico Nacional. «Vengo aquí porque, evidentemente, se trata de una celebración muy destacada y estoy disfrutando de algo que es de todo. La participación es mayoritaria, se ha llenado el templo y no hay más que ver la respuesta de los palentinos que, una vez más, ha sido fantástica. Y todo ello a pesar de la hora. Creo que hay pedir que sea un poquito más tarde para dar tiempo a las familias a asistir después dela comida de Año Nuevo. Además de la pedrea, Carlos Mediavilla, vocal de Cultura de la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, explicó que se obsequia en la casa rectoral a lo cofrades con el reparto de limonada. «Este año se han elaborado casi 400 kilos y, además, se  reparten también panecillos. Lo positivo es que aunque hay gente que fallece, seguimos aumentando la cifra de cofrades y destaca especialmente que cada vez se trata de gente más joven», apuntó. 

El obispo, Mikel Garciandía, s e mostró muy contento por su primera participación en el Bautizo del Niño. «Todo lo que me habían contado es lo que yo había supuesto, pero una vez que uno lo vives es más bonito todavía. Desde los más pequeñines a los mayores todo el mundo vibra con esta fiesta y hay que entrar en ella. Yo creo que lo  de bailar al Niño Jesús lo hemos hecho bastante bien», explicó.

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El Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradición - Foto: Sara Muniosguren
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El Bautizo del Niño mezcla un año más devoción y tradición - Foto: Sara Muniosguren

María Antonia Pedrosa Giraldo fue este año la madrina del Bautizo del Niño. «Tengo 41 años y llevo en la cofradía desde que era pequeña como mi prima.Me encanta esta tradición  de bailar al Niño y ha sido muy bonito vivirla mucho más de cerca que otros años». Por su parte, Carmen Arnáiz Vargas, de 15 años, actuó como madrina niña. «Mi hermana ya lo fue y mí no me había tocado aún. Unos amigos me hicieron cofrade como regalo por nacer. Vivir este bautizo ha sido muy emocionante para mí».