Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad requisaron durante 2023 en Palencia 1.244 falsificaciones, frente a las 389 de 2022, es decir, un 219,7 por ciento más. Los agentes investigaron 10 posibles infracciones, todas ellas resueltas, con un total de 10 detenidos. 2023 ha sido el año con más hechos conocidos, esclarecidos y detenciones e investigados, con 10 en cada uno de ellos, de la última década. Durante los últimos diez años se han incautado 74.011 objetos falsificados, con 56 detenidos, 45 hechos esclarecidos y 47 conocidos. 2019 fue el año con más objetos incautados, 46.704. Una media anual de unos 7.400 objetos falsificados por año.
Los comercios pequeños muestran su opinión sobre el tema. Iván Gonzaléz, el propietario de la tienda Gaban, moda de hombre, explica que las falsificaciones afectan negativamente porque «alguien que esté vendiendo una prenda visualmente igual, pero a un precio muy inferior, hace que muchos no se gasten más dinero». En su caso tampoco le afecta mucho porque «no tengo marcas de las cuales haya muchas falsificaciones. No son tan reconocidas internacionalmente que al final son a los que más afectan», comenta Gonzaléz.
Por su parte el comercial de la juguetería de Toy Planet, Jorge Machiñena explica que «los juguetes son un producto que pasa muchísimos controles para poder entrar, primero en Europa, y luego ser distribuido. Y son uno de los controles más estrictos de todo el mundo». Comenta que muchos productos entran por canales paralelos sin todos esos controles. «Las tiendas pasamos grandes controles de consumo pero, por ejemplo, en el otro tipo de mercados como el asiático hay más descontrol». «Nosotros compramos a proveedores nacionales y multinacionales y venga de donde venga el producto o la materia prima pasa muchos controles antes de llegar el producto a la tienda».También fabrican su propia marca. «Traemos productos del extranjero desde diferentes destinos y hay ocasiones que nos paran contenedores enteros para hacer controles exhaustivos de calidad y por cosas insignificantes no han podido llegar a su destino», aclara.
Pedro Atienza, el propietario de Deportes Artiza, muestra su preocupación por esta situación. «Nuestros productos, asegura, al ser oficiales, lógicamente son más caros. A mi modo de ver, las falsificaciones no están muy perseguidas o no se persigue como se tendría que perseguir», lamenta. «A mí no se me ocurriría traer una falsificación a la tienda porque sé que a los dos días tengo a la Guardia Civil o a la Policía Nacional y me sancionarían». Piensa que debería de tener el mismo control exhaustivo que hay en las tiendas. «Entiendo que cada uno se tiene que ganarse la vida, pero debemos de tener todos las mismas oportunidades», subraya. «Tengo muchas inspecciones y no me parace justo que algunos pagamos los tributos e impuestos religiosamente y otros no tenemos que jugar todos con las mismas cartas»,asegura Atienza.
Por último, Mayka Castro, de la tienda de moda de mujer Mandarina, dice que las falsificaciones no les afectan mucho. «A nosotros en verdad casi no nos repercute, tienen más problema las grandes firmas que al final son las que más sufren con las imitaciones».
Detectar falsificaciones. Para distinguir una falsificación de un producto original los comerciantes nos cuenta algunos consejos, aunque coinciden en que es complicado porque cada vez los productos están mejor imitados.
«Habría que llevarlo a un laboratorio o a la propia marca para que verifique por qué hay falsificaciones tan bien hechas que a veces es imposible detectarlo», asegura Iván González.
Jorge Machiñeda piensa que «es muy complicado porque ya se imita perfectamente hasta el sello de la Comunidad Europea (CE) pero se sabe con el proveedor y el distribuidor si han pasado los controles»
Por su parte, Mayka Catro y Pedro Atienza coinciden en que se nota mucho sobre todo la calidad de las prendas, la tela y los pespuntes. «Aunque hay muchas falsificaciones de muy buena calidad no tiene nada que ver con original».
Los prodcutos más falsificados según han comentado los entrevistados piensan que son la ropa deportiva y los bolsos de lujo. El propietario de Atienza, dice que donde más lo nota es en camisetas oficiales de los equipos de fútbol. «Hay una falsificación brutal» y los productos estrella de las grandes marcas como Adidas, Nike o Puma.