Sin sorpresas y cumpliendo el guion previsto, Partido Popular y Vox aprobaron la nueva Ley del Juego en Castilla y León, que modifica la de 1998, y la convierte en la «más moderna y avanzada» de España. Un extremo que no compartió la oposición que consideró que «promueve la ludopatía» y no crea un entorno «seguro». En la presentación del texto, el consejero de la Presidencia, Luis Miguel González Gago, pidió «diálogo y consenso» para que se aprobara con el mismo apoyo que su «hermano mayor», si bien no fue posible, ya que terminó saliendo adelante con el 'sí' de los dos socios, PP y Vox, la abstención de UPL-Soria Ya y XAV, y la negativa del resto de la Cámara. En su opinión, es «ineludible» la actualización de una norma con 26 años de vigencia, ante la necesidad de incluir nuevas medidas normativas adaptadas a la realidad. Superadas, dijo, las «retrógradas y trasnochadas teorías» de la prohibición del juego del pasado, ahora, señaló, «nadie duda de la conveniencia» de esta actividad, que consideró «socializante» y que circunscribió al tiempo de «asueto y ocio».
González Gago indicó que busca ofrecer «seguridad jurídica» a un sector que mantiene 2.000 empleos y que ofrece «importantes» ingresos tributarios a las arcas de la Comunidad. También proclamó la «permisividad cero» de la norma con el acceso de los menores, ya que señaló se intensifica el control en la entrada de los establecimientos. También destacó que se establece un nuevo régimen de distancias que será de 300 metros, para evitar zonas de saturación, y se aumenta de 100 a 150 metros la separación con centros de enseñanzas regaladas. Además, subrayó el aumento de los controles sobre la promoción y remarcó como novedad el carácter «finalista» de las sanciones y el registro de interdicciones, informa Ical.
Por el contrario, la socialista Yolanda Sacristán defendió las 25 enmiendas del Grupo Socialista a una ley «inútil», que a su juicio no ha sido «consensuada» y que además «promueve el juego privado» y elimina las «pocas» restricciones existentes. En su opinión, PP y Vox ponen a los castellanos y leoneses «a los pies de los caballos» para dar un «empujón» a los empresarios del juego en lugar de priorizar el bienestar y ayudar a las personas afectadas por la ludoptatía.
«No han hecho caso a nadie», insistió la socialista, quien citó a las asociaciones del tercer sector o las entidades de la ludopatía, ya que señaló todo ha sido un «engaño», porque recalcó que para la Junta «lo más importante» es el «negocio» de las casas de apuestas y no crear un entorno «seguro» y «responsable».
Mientras, el popular Francisco Javier Carpio defendió la necesidad de renovar la norma por los cambios registrados en los últimos 26 años, si bien destacó que ofrece «mayor seguridad y protección» con los nuevos mecanismos de control en el acceso. Además, aclaró que se mejora la regulación existente, pero cumpliendo otras normas como las referidas a la publicidad sobre los menores.