Aunque es la patrona del mar, son muchos los palentinos que sienten auténtica devoción por la Virgen del Carmen. Ayer, en su festividad, se celebraron varios actos en distintos municipios, con un seguimiento destacado en la capital donde da nombre a uno de sus doce barrios, Guardo y Barruelo.
La iglesia del Carmen fue el epicentro de la celebración en la capital. Allí, el obispo Mikel Garciandía ofició una eucaristía para, a continuación, sacar en procesión junto al resto de fieles y vecinos la talla de la Virgen. Un acto religioso que puso punto y final a las fiestas del barrio y que estuvo acompañado de una chocolatada por parte de la nueva Asociación Vecinal Civil del Carmen.
Hasta la ermita del Cristo se desplazaron los guardenses en su Romería del Carmen. La campa lució ambiente festivo gracias a la feria de productos artesanales y gastronómicos, con una quincena de puestos que ofrecían variados productos, y la animación musical. Tras la misa en honor a la Virgen, se cumplió con el tradicional reparto del bollo preñado por parte del Ayuntamiento, que puso a disposición de los vecinos transporte gratuito en autobús.
Honores a la Virgen del CarmenCon el pendón como testigo, ya por la tarde se celebró una segunda eucaristía y, a continuación, la cofradía de la Virgen del Carmen ofreció una pancetada a los asistentes. La actuación musical de Carmelo puso el broche de oro a la jornada.
La patrona del mar es muy querida también en Barruelo, donde cada 16 de julio se celebra la peregrinación hasta el santuario que lleva su nombre. Ayer se cumplió la tradición, y es que la imagen de Nuestra Señora del Carmen llegó a estas tierras hacia el año 1.661, de ahí que sea considerada patrona del municipio minero.
Los pendones y los fieles custoriaron la imagen durante la procesión por el exterior del santuario. La celebración religiosa dio paso a la tradicional comida popular, con Rural Chef al mando de los fogones en un estupendo ambiente festivo. Por la tarde, llegó la hora de que los vecinos demostraran su habilidad en la tirada de bolos.
Una misa en la parroquia de San Tomás cerró los actos litúrgicos de la jornada festiva y dio paso al concierto de Los Recuerdos en la plaza de España. Un espectáculo de luces de colores puso el broche de oro a la jornada.