La radiografía de todo Real Madrid-Osasuna empieza y acaba con los blancos de favoritos y en contadas excepciones en rojo, pero este año se guarda peculiaridades muy concretas que pueden ayudar a entender la final copera.
1. Presión alta
Osasuna es uno de los equipos de la Liga que más balones recupera en campo contrario, pero también uno de los que más pierde (tercero, con 2.669) en esa zona del campo. La presión alta de Jagoba Arrasate, un 'obseso' de la llamada 'presión tras pérdida', exigirá máxima concentración a los centrales del conjunto merengue, que en los últimos encuentros han cometido errores de bulto que terminaron costando demasiados goles en contra (seis en los dos últimos partidos de Liga). El central que le aporta tranquilidad a Ancelotti en la salida es David Alaba, pero llega a la final recién salido de una lesión. Si la preocupación del italiano es minimizar los errores, el primer paso hacia el éxito en la final será salir con éxito de la primera tela de araña 'rojilla'.
2. Vinícius
Descansó en San Sebastián y el equipo lo notó. Cada vez es más evidente que el Real Madrid ha trabajado un 'viniciusistema' que lo condiciona todo: Vinícius es, en sí mismo, una clave para entender la final. No solo por lo que hace (el que más regatea de la Liga con 103, el que más faltas recibe con 117, los 22 goles y 19 asistencias que lleva en la suma de todas las competiciones…), sino por lo que condiciona el juego del rival. En los dos encuentros de este curso, Arrasate diseñó un sistema de ayudas en que un medio (Moi Gómez) acudía a la ayuda de Moncayola, centrocampista muy potente reconvertido a lateral para intentar tapar al brasileño. Esta noche, en Sevilla, podría repetir la idea o, como ha hecho en algunos partidos, acudir a la tercera clave.
3. ¿Línea de cinco?
Osasuna lleva preparando el partido casi dos semanas, desde que obtuvo la salvación virtual. El bloque navarro juega un 4/3/3 que, esporádicamente, ha convertido en un 5/3/2. En este caso, la línea de tres centrales atrás (David García, Aridane y Juan Cruz, presumiblemente) permitiría al equipo sufrir menos en las basculaciones ante los constantes cambios de juego y orientación de los merengues. En duelos cerrados, los blancos lo tienen claro: nadie en la Liga mete más goles que ellos desde fuera del área (15, frente a los ocho de Atlético o Rayo). A la hora de sacar la pelota, la zaga 'rojilla' no se anda con exquisiteces: es la segunda -tras el Getafe- que más pases largos emplea (2.139) y también la segunda -después del Barça- con más éxito (1.064). Frente a un Madrid que es la escuadra con más pases buenos en campo contrario (10.255), la línea de cinco no sería sorprendente.
4. Juego aéreo
Con ese juego en largo y el dato de que Osasuna es el tercer equipo que más balones aéreos mete al área rival (697), el juego aéreo será importante en la final. El cuadro navarro tiene bien trabajada la segunda jugada y la labor de Budimir o Kike García es la de 'rescatar' balones para sus compañeros. Y ya desde las bandas, sean Abde o Chimy -o los propios carrileros si el Madrid lo permite-, buscar un área cargada de camisetas rojas. La autoridad del trío Courtois-Militao-Rüdiger debe hacerse notar: el conjunto tiene el mejor porcentaje del torneo (57,49 por ciento) de duelos ganados en el aire.
5. El arranque
Tácticas al margen, los 'tiempos' son importantes. Los de Ancelotti buscarán un inicio fuerte, colocarse en 'modo final' para sentenciar pronto y ponerse lo antes posible a pensar en la gran cita del próximo martes, la ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Manchester City. Con solo tres días de margen, los blancos no desean disputar una final larga… Y si van pasando los minutos y el marcador no se mueve, Osasuna (el equipo, al margen de los que ocupan plaza europea, que menos encaja) irá incrementando sus opciones de sorpresa exponencialmente. Aunque la Copa es un premio jugoso para el Madrid, la Champions es 'su vida'. Y si en un momento de dudas debe elegir, su cabeza se irá a la 'amada' Copa de Europa.