Según estaba la tarde nadie se podía esperar una puerta grande...
Así son los toros. Gracias a Dios, el que me ha tocado a mí de Valdellán, el quinto de la tarde, se ha dejado hacer las cosas. Ha ido y ha venido, unas veces con mayor entrega que en otras, pero al fin y al cabo se ha movido y me ha permitido ponerme y pegarle algunos muletazos buenos. En fin, que de esta forma se ha podido cambiar un poquito el signo de la tarde porque la verdad es que estaba muy cuesta arriba.
Un toro, ese de Valdellán, con un comportamiento diferente a sus hermanos lidiados anteriormente...
Pues sí. Fue un animal muy toreable, que me deja ponerme delante de él, con la virtud de atender con prontitud a los engaños y desplazándose unos viajes mejor que otros y con más entrega. Después de darle veinte o venticinco muletazos se ha empezado a aburrir un poquito, pero en líneas generales, bueno. Por contra, sus otros dos hermanos que salieron por delante fueron imposibles del todo. En este sentido, he de reconocer que me llevé en mi lote el bueno de Valdellán.
Palencia ha podido ver a un gran torero, aunque no en toda su dimensión...
Ésta es más o menos la línea, de ahí para arriba. Y es que esta tarde en Palencia no se me ha podido ver del todo más que nada por las circunstancias del encierro. El caso es que hoy la afición de esta tierra ha visto mi interés y las ganas que tengo por llegar a ser alguien en este mundo. Y a poco que me ayuden los toros estoy convencido que voy a poderlo conseguir.
Imagino que vivir en una plaza la devolución de un toro a los corrales nunca es agradable
Desde luego que no es agradable, ya que siempre va en contra del espectáculo, que es lo que queremos. Y es algo que no gusta ni al ganadero, ni tampoco a los toreros y mucho menos al público.
Brindis a Porfi Fisac
Ha entrado a pertenecer hace poco a mi familia y es una persona buena y sana a la que le he cogido un enorme cariño.