El 'popular' Alfonso Fernández Mañueco expuso en 69 minutos su contrato con Castilla y León a través de su discurso de investidura, con el que solicitó hoy a las Cortes apoyo para convertirse en el nuevo presidente de la Junta, en sustitución de su compañero de partido, Juan Vicente Herrera, al que reconoció su labor en estos 18 años.
Fernández Mañueco inició a las 11.06 horas su intervención en la tribuna, tras guardar un minuto de silencio por la última víctima de la violencia de género, para la que reclamó “tolerancia cero”. El candidato, que quiso saludar a su familia -su mujer Fina y sus hijas Ana y María Loreto-, antes de entrar en materia con un discurso más breve que el pronunciado por su antecesor y que abrió con la lucha contra la despoblación y cerró con la apuesta por la regeneración política e institucional.
Precisamente, Fernández Mañueco quiso durante 20 minutos hacer un repaso de la situación de la Comunidad, los desafíos del país y el nuevo escenario político que se abre en esta décima Legislatura en Castilla y León. El candidato a presidente expresó su gratitud y reconocimiento a Herrera, lo que motivó nada más tomar la palabra el primero de los aplausos con los que le obsequió la bancada 'popular'.
Fernández Mañueco ofreció renovación, diálogo a los grupos políticos y los agentes sociales y económico en su mandato, así como moderación. No obstante, apostó por conformar un gobierno que se caracterizará -dijo- por la “acción” y la trasformación, de acuerdo al pacto alcanzado con Ciudadanos, que dará lugar a un gabinete de dos partidos.
Cuando el reloj marcaba las 11.26 horas, Alfonso Fernández Mañueco desgranó su fórmula para darle la vuelta a la tendencia de despoblación que sufre la Comunidad, aunque recordó que afecta a todas las sociedades avanzadas. El candidato ofreció la apertura de un grupo de expertos independientes, designados por las Cortes, así como el impulso de la coordinación y cooperación entre administraciones.
Tres minutos después, el dirigente 'popular' abrió el capítulo de la política económica que recalcó busca el crecimiento y la creación de empleo, en concreto, de calidad, también como impulso al medio rural. Durante seis minutos expuso sus propuestas para favorecer el desarrollo industrial, el emprendimiento, así como una fiscalidad más favorable para la actividad económica.
A continuación, cuando llevaba casi media hora, Fernández Mañueco entró de lleno en el apartado más amplio de su intervención, reservado para los grandes servicios públicos. Tras asumir la necesidad de lograr avances, durante 19 minutos reclamó un nuevo modelo de financiación autonómica y planteó medidas para la atención sanitaria, la prestación de los servicios sociales y el impulso de la educación.
Casi a mediodía, el candidato a presidir la Junta quiso tratar la situación de las infraestructuras, para lo que no dudó en reclamar proyectos al Gobierno y comprometer actuaciones, entre las que destacó las carreteras, la extensión del internet de calidad y la vivienda. Además, su compromiso con el medio ambiente quedó patente en un apartado en el que planteó iniciativas para mejorar su conservación y protección.
El campo también tuvo su espacio en este primer discurso de investidura de Fernández Mañueco, en el que no se olvidó de las infraestructuras agrarias y la defensa de la dotación económica de la PAC que recibe Castilla y León. Además, puso el acento en la apuesta por el turismo, en el que remarcó dos ejes: la tauromaquia y la enseñanza del español.
Una hora después de arrancar con su intervención, Alfonso Fernández Mañueco abordó la regeneración política e institucional, para lo que expresó su compromiso para la supresión de aforamientos y la “mayor” limitación de mandatos, entre otras medidas, para lograr una administración más moderna y transparente.
El candidato, que recibió aplausos hasta en 15 ocasiones, tanto de la bancada 'popular' como de Ciudadanos, anunció el final de su discurso a las 12.11 horas. En los últimos cuatro minutos hizo un llamamiento al diálogo y solicitó de nuevo la confianza de la Cámara. La despedida llegó a las 12.15 horas, una hora y nueve minutos, después de ponerse frente a los procuradores para lograr su respaldo mayoritario.