Villandrando: ni suites de lujo ni spa gótico, solo la realidad de un proyecto por redefinir
La noticia ficticia que anunciaba la transformación del histórico colegio de Villandrando en un lujoso complejo turístico fue una broma del Día de los Santos Inocentes, pero sirvió para poner el foco en la verdadera situación del inmueble. Lejos de casinos temáticos y piscinas infinitas, el edificio diseñado por Jerónimo Arroyo en 1911 sigue en busca de un futuro que garantice su conservación y puesta en valor.
En junio, la alcaldesa, Miriam Andrés, calificó como un «jarro de agua fría» la noticia de que el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo había rechazado la solicitud de subvención para rehabilitar Villandrando. El proyecto presentado por la anterior Corporación no alcanzó la puntuación mínima, ya que solo una pequeña parte del edificio, 180 metros cuadrados en la planta baja, estaba destinada a un uso turístico, mientras que el resto del espacio se había proyectado para albergar dependencias municipales.
El plan original, planteado por el equipo de PP y Cs, proponía que Villandrando acogiera la futura Oficina de Turismo y los departamentos de Tesorería, Recaudación e Inspección Tributaria, además de espacios culturales en el claustro, la capilla y los patios del edificio. Sin embargo, tras la negativa del Ministerio, Miriam Andrés anunció una revisión completa del proyecto. «Ahora que ya no estamos sujetos a ninguna subvención, lo adaptaremos a lo que el equipo de Gobierno considere más necesario y urgente», explicó.
La alcaldesa destacó que la rehabilitación de Villandrando debe tener un equilibrio entre las necesidades municipales y el potencial cultural y turístico del edificio. «Por su ubicación y valor histórico, también debe tener un carácter cultural y turístico más importante del que constaba en ese proyecto», afirmó.
Aunque el Ayuntamiento está explorando nuevas convocatorias de fondos europeos, el panorama no es alentador. Los fondos Next Generation, que han sido clave en proyectos recientes, están llegando a su fin, lo que obliga a buscar alternativas en otras líneas de financiación. Villandrando, adquirido por el Ayuntamiento en 2022 por 850.000 euros, sigue siendo un símbolo de la ciudad, pero también un recordatorio de los retos que enfrenta la gestión del patrimonio histórico.
Por ahora, la única certeza es que permanece en un limbo, sin el brillo de las suites ficticias ni la actividad turística que alguna vez se imaginó. Sin embargo, tanto la ciudadanía como las autoridades coinciden en que su rehabilitación es una prioridad. Lo que está por definir es cómo se concretará este objetivo.
El emblemático edificio del colegio de Villandrando, una joya arquitectónica diseñada por Jerónimo Arroyo y construido en 1911 bajo el mecenazgo de la vizcondesa de Villandrando, está a punto de transformarse en algo totalmente inesperado. El Ayuntamiento ha decidido convertir este histórico inmueble en un bloque de apartamentos turísticos de lujo, una decisión que ha generado una mezcla de asombro, indignación y curiosidad en la ciudadanía.
El proyecto, bautizado como Villandrando Suites: Historia con Confort, pretende transformar las cuatro plantas del edificio en 32 apartamentos turísticos de alta gama. El planteamiento incluye aprovechar la ubicación privilegiada del inmueble y su carácter histórico para atraer un público internacional, combinando lujo con una experiencia cultural única.
Spa en la capilla. Entre los aspectos más llamativos del proyecto destaca la rehabilitación de la antigua capilla del colegio, que se transformará en un spa boutique con temática gótica, donde los visitantes podrán disfrutar de masajes y baños aromáticos mientras contemplan las vidrieras originales restauradas. Además, el tejado del edificio albergará una piscina infinita climatizada, con vistas panorámicas a la catedral y a los montes cercanos.
Cada apartamento contará con una decoración inspirada en los estilos modernista y neogótico, incluyendo muebles diseñados a medida y obras de artistas locales. También se instalarán sistemas de domótica avanzada, desde cerraduras inteligentes hasta asistentes virtuales multilingües para atender a turistas internacionales.
Para financiar el proyecto, el Ayuntamiento ha establecido un acuerdo de colaboración con un consorcio privado que incluye a inversores de Dubái y Hong Kong. Uno de los puntos más polémicos del proyecto es la instalación de un casino temático en el antiguo claustro, con mesas de blackjack, ruleta y máquinas tragaperras decoradas con motivos de la historia de Palencia.
Según el presupuesto preliminar, la transformación de Villandrando tendrá un coste de 15 millones de euros, de los cuales 12 millones serán aportados por los inversores internacionales y el resto por fondos municipales. La previsión es que los apartamentos turísticos tengan tarifas que oscilen entre 500 y 1.200 euros por noche, dependiendo de la temporada y el tipo de suite.
Críticas. Las reacciones no se han hecho esperar. Los grupos de la oposición han calificado el proyecto como un «atentado al patrimonio histórico» y han criticado que el Ayuntamiento priorice un modelo turístico elitista en lugar de optar por una rehabilitación que beneficie a la ciudadanía.
Por su parte, algunos vecinos han organizado una plataforma llamada Salvemos Villandrando, que planea llevar a cabo movilizaciones y recoger firmas para detener el proyecto. Sin embargo, también hay quienes apoyan la iniciativa, argumentando que puede convertirse en un motor económico para Palencia y atraer turismo de alto nivel.