El reciclaje de ropa es crucial para reducir el desperdicio y la contaminación, ya que la moda rápida promueve prendas de vida efímera. Reutilizarla y reciclarla alarga su ciclo, contribuyendo a un consumo más sostenible y responsable. Desde esa percepción, Cáritas, a tráves de la empresa Insertando Ilusión, puso en marcha en Palencia el proyecto Moda Re-. Esta iniciativa nació en marzo de 2020, justo antes de que la pandemia de covid-19 alterara drásticamente la vida en España y en el mundo entero. Este nacimiento coincidió con un momento de incertidumbre, pero también con una oportunidad única para crear una red de acción social que uniera esfuerzos dispersos a nivel nacional. «La idea fue unificar las distintas iniciativas que Cáritas llevaba a cabo a nivel local para la recogida y venta de ropa, con el objetivo de crear una cooperativa nacional que centralizara estas acciones», explica José Luis Rodríguez gerente del proyecto.
Rodríguez comparte el impacto de este proyecto, que año tras año sigue creciendo y ayudando tanto a personas como a cuidar el planeta. «Este año, las expectativas son similares a las del año pasado: esperamos alcanzar doscientas toneladas de ropa recogida en la provincia», explica.
Más allá del reciclaje y la venta de ropa, el proyecto Moda Re- tiene un fuerte enfoque en la inserción social. «Somos una empresa sin ánimo de lucro, creada para formar a personas en riesgo de exclusión social», subraya. Estos individuos, muchos de las cuales tienen dificultades para acceder al mercado laboral, pasan entre seis meses y tres años en el proyecto, formándose en diversas áreas, como atención al público, manipulación de alimentos o manejo de carretillas. «Es una oportunidad para que estas personas adquieran las competencias necesarias para dar un paso hacia una vida más estable y digna», añade. Desde sus inicios, el proyecto ha crecido de forma exponencial. Ahora cuenta con más de 160 puntos de venta en toda España, algunos de los cuales están ubicados en grandes superficies como los hipermercados Alcampo, que disponen de un corner dedicado a la venta de ropa reciclada.
Proceso. Todo comienza cuando las personas depositan su ropa en los contenedores de Cáritas. Sin embargo, Rodríguez hace un importante llamamiento: «Es fundamental que la ropa se deposite en bolsas cerradas. A veces, llega mojada o rasgada por no estar bien empaquetada y eso impide que podamos utilizarla», señala.
Una vez recogida, se envía a plantas de clasificación distribuidas por todo el territorio nacional. Actualmente, hay cuatro en el País Vasco, Cataluña, Valencia y Madrid. «Cada una de estas plantas representa una inversión millonaria, ya que no solo se necesitan naves, sino también maquinaria y personal especializado», declara.
Cada planta de clasificación es vital para asegurar que la ropa que se recoge no solo se pueda reutilizar, sino también que pase por un proceso que garantice que se reciclaje de manera responsable. «Es importante entender que la ropa que recogemos no siempre se puede vender directamente. Algunas prendas necesitan ser recicladas, y no siempre es fácil», afirma. En este sentido, la dificultad radica en que los materiales que componen la ropa son muy variados, y muchos de ellos no son tan fáciles de reciclar como otros materiales más comunes, como el papel o el plástico. «Por ejemplo, el elastán en los pantalones, un material común en la ropa actual, complica el proceso de reciclaje, ya que no se puede separar tan fácilmente de otros», añade José Luis Rodríguez.
En la provincia, se han instalado hasta 57 contenedores para facilitar la recogida de ropa usada, y la tendencia para el futuro es continuar con su expansión. «Este año hemos instalado nuevos, y seguimos recibiendo mucho apoyo de la comunidad», afirma Rodríguez, recordando que cada prenda donada tiene un impacto directo en la vida de las personas más necesitadas y en la salud del planeta.
Moda Re- cuenta con una tienda de ropa en la capital situada en la calle de Antonio Maura, 1. En la tienda se pueden encontrar diversas prendas y complementos que ha donado gente de toda España. «Hay mucha variedad de ropa y complementos de hombre, mujer y niño. Estas prendas pueden estar usadas, en perfecto estado para darles una segunda vida, o incluso hay prendas nuevas con etiqueta. Además, grandes empresas y multinacionales como Inditex dona ropa de los excedentes de sus tiendas», comenta.
Por último Rodríguez recuerda que para más información los interesados pueden acceder a la página web de la iniciativa https://modare.org.
Una camiseta reutilizada puede ayudar a ahorrar hasta 20.000 litros de agua
La conciencia medioambiental se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de ModaRe-, una iniciativa que busca transformar la industria textil, considerada una de las más contaminantes del planeta. Esta industria, que ocupa el segundo lugar en el ranking de los sectores más perjudiciales para el medio ambiente, solo es superada por la industria química. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas, la producción de una simple camiseta de algodón puede consumir hasta 20.000 litros de agua, un recurso cada vez más escaso en muchas partes del mundo. En este contexto, se han comprometido a reducir la huella ecológica de la moda, un reto al que dedica todos sus esfuerzos.
«Nuestro propósito no solo es ofrecer ropa, sino evitar que estas prendas acaben en vertederos y, al mismo tiempo, reducir el impacto ambiental de su fabricación. Queremos que la industria textil sea más responsable con los recursos naturales, como el agua y la energía, y que las prendas que ya existen sean recicladas y reutilizadas, en lugar de seguir produciendo nuevas», explica Jose Luis Rodríguez, gerente del proyecto.
Su compromiso con la sostenibilidad va más allá de la simple reutilización de ropa. Este proyecto se basa en la economía circular, un modelo que promueve la reutilización de los productos de manera indefinida, evitando que se conviertan en residuos. Según los datos de la organización, en 500 toneladas de ropa se evita la emisión de 33 millones de kilos de CO2 a la atmósfera y ahorrar 4.500 millones de litros de agua. «Cada tonelada de ropa reciclada significa una importante reducción de la huella de carbono», comenta Rodríguez.
concienciación. El proyecto no solo se enfoca en el reciclaje, sino también en la educación y sensibilización sobre el consumo responsable. «Nuestro objetivo no es solo vender ropa, sino también educar a las personas sobre la importancia de reciclar y aprovechar los recursos que ya existen, en lugar de consumir sin medida», asegura. En un mundo donde el fast fashion (moda rápida) sigue siendo una de las principales fuerzas de consumo, esta iniciativa ofrece una alternativa responsable, enseñando a la comunidad a valorar lo que tienen y reducir su impacto ambiental.
«Cada vez más personas son conscientes del impacto de sus decisiones, y eso es lo que nos motiva a seguir. La moda tiene el poder de cambiar muchas cosas, y creemos que podemos ser parte de este cambio», concluye.