Las Cabañas de Castilla regresó siglos atrás para celebrar el segundo Torneo Nacional de Combate Medieval Vía Aquitania que tuvo lugar en un espacio excepcional, la campa del castillo de la localidad, que, sin ninguna duda, se combinó a la perfección con las armaduras de los 16 participantes procedentes de Castilla y León, Castilla La Mancha y Madrid, la mayoría de la Sala de Armas Carranza, según explicó Juan Carlos García, miembro de la asociación organizadora, el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) Canal de Castilla Sirgas Peregrinas.
Al tratarse de una competición con árbitro en la que se seguía el reglamento y no de una exhibición, estuvo en juego algo más que el honor. Las luchas medievales se dividieron en tres categorías según el arma que utilizaron los combatientes: espada a mano y media, espada y broquel y asta. La primera, por sus dimensiones y peso, es blandida con dos manos, mientras que la segunda solo se coge con una mientras en la contraria se utiliza un escudo para protegerse. Respecto a la tercera, destacar que se utilizó una gran hacha de dos metros. «Son las tres modalidades más bonitas y las que más se utilizan en los torneos», aseguró García.
Los vencedores absolutos fueron Daniel Arribas (espada a mano y media), LuisGarcía (espada y troquel) y Gema Parral (asta), que fueron distinguidos antes de que comenzara el segundo festival musical La Ladra del Corzo en el mismo lugar.
El balance del torneo fue muy positivo, ya que se acercaron hasta la localidad dependiente del Ayuntamiento de Osorno La Mayor más de un centenar de personas a disfrutar de los combates medievales, según detallaron desde la organización, que habilitó una barra con bebidas para hacer más cómoda la estancia.
Además, García destacó que esta competición, la única de estas características que se celebra en la provincia, también sirvió para preparar otros combates de mayor nivel que se celebrarán en los próximos meses.
Tras este exitoso certamen, los promotores tienen dos grandes objetivos. Por un lado, crear un club enPalencia para que este deporte florezca y el número de aficionados vaya creciendo con el paso del tiempo. García pone como ejemplo lo que ocurrió en Castilla-La Mancha, donde actualmente conviven tres grupos de aficionados. «A raíz de esto, lo más seguro es que se acabe fundando uno», apuntó.
Y por otro, asentar estas actividades en Castilla y León para que pueda organizarse un circuito y aumente el interés de los deportistas y los aficionados.