Un libro que se ríe de la vejez y sus tópicos

DP
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Con su característico humor costumbrista, Manuel Guisande desmonta los mitos sobre envejecer en su nuevo libro '¿Se es viejo a los sesenta?, tás de coña'

Un libro que se ríe de la vejez y sus tópicos

Con más de quince libros publicados, Manuel Guisande Nájera, escritor y periodista compostelano vinculado a Paredes de Nava, vuelve a sorprender con su nuevo título: ¿Se es viejo a los sesenta?, tás de coña (Amazon). Este libro de tono humorístico y costumbrista está dirigido tanto a jóvenes como a mayores, con el objetivo de fomentar una visión positiva de esta etapa de la vida y, de paso, reducir el abismo generacional.

A sus 66 años, Guisande lo tiene claro: la edad puede ser una etapa de felicidad plena si se sabe aprovechar. «A los 60 y hasta los 75 estás que nin diola. No tienes que currar, sales cuando quieres y estás en total plenitud mental y física». Pero también reconoce que no todos lo ven así. «Hay gente que no es consciente y se pasa el día pensando que se le acaba la vida; tienen una cara de esquela que asustan», dice con su habitual ironía.

Lo que sí le molesta es el trato que reciben los mayores por parte de los jóvenes. «Nos tratan como si fuéramos parvos. Hablas con un joven y enseguida piensan: 'ya viene el abuelete con sus batallitas'. Te hablan bajito, como si estuvieras en la UCI», critica. Precisamente, su libro busca romper con estos estereotipos. «Pretendo que los jóvenes sepan cómo somos, que nuestras experiencias pueden servirles y que podemos charlar de tú a tú», añade.

Guisande utiliza el humor como herramienta para transmitir ideas. «El humor es lo mejor para conectar con los lectores», afirma. En el libro, reúne unos cuarenta relatos basados en experiencias propias o ajenas, con la intención de hacer reír y reflexionar. «Si alguien sonríe, misión cumplida». Pero también reconoce que vivimos en una sociedad cada vez más irascible y menos abierta. «En los años ochenta nos reíamos de todo y no pasaba nada. Ahora hay una estupidez ambulante que asusta», opina.

El autor reflexiona sobre el éxito de un escritor: «Vender libros es importante, pero más lo es que alguien identifique tu estilo al leer una página». Con su estilo directo y dinámico, heredado de su experiencia como periodista, Guisande evita los rodeos y conecta rápidamente con el lector. Su humor costumbrista le ha valido reconocimiento, con un blog, Al fondo a la derecha, que se estudia en universidades de EE.UU., sostiene.

Aunque ha escrito novelas, relatos, guiones y cuentos infantiles, confiesa que donde más cómodo se siente es «durmiendo la siesta». «Debería ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad», bromea. Ya en serio, explica que antes de ponerse a escribir, planifica mentalmente durante semanas porque «eso del folio en blanco no es cierto, ya que hay todo un proceso de ordenación de ideas». Guisande concluye que escribir es una pasión que difícilmente da para vivir. «Pero para morir de escribir, fijo», asevera.Quizá por eso invita a mayores y jóvenes a reírse juntos, a compartir experiencias y a entender que, en el fondo, todos tienen algo que aportar.