Lluvias y sol auguran una cosecha de hasta 800.000 toneladas

Rubén Abad
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El rendimiento se sitúa entre los 4.000 y 4.500 kg/ha, si bien en algunas tierras ya trabajadas ronda los 2.000. El peso específico del grano se sitúa en unos 60 kg/hl. Los precios «están por los suelos»

Lluvias y sol auguran una cosecha de hasta 800.000 toneladas - Foto: Óscar Navarro

Llovió cuando tenía que hacerlo y calentó en el momento preciso. Con estas perspectivas iniciales, el campo palentino aventuraba una buena cosecha para la presente temporada. Sin embargo, esas expectativas han ido menguando conforme las máquinas han empezado estos días a cosechar las primeras parcelas del sur de la provincia, concretamente en las comarcas de Tierra de Campos y el Cerrato. 

Aún es muy pronto para conocer el alcance de la actual campaña en el denominado granero de España (así lo dice el Himno a Palencia), si bien las cifras que manejan las organizaciones agrarias a estas alturas de junio sitúan la horquilla entre las 650.000 y las 800.000 toneladas de cereal en el conjunto de la provincia. Una cifra aún lejos de las 1,01 tonleadas registradas en la campaña de 2022, según los datos que maneja la Junta deCastilla y León.

En cuanto al rendimiento, a la vista de los resultados actuales, esta podría rondar los 4.000-4.500 kilos/hectárea. Si bien, hay fincas «muy desiguales» y en algunas parcelas ya cosechadas en localidades como Mazariegos, rondan las 2.000-2.500, advierte COAG.

«Va a ser un año bueno, pero no la cosecha del siglo», sostiene el presidente de esta organización, David Tejerina, quien esperaba una «mayor producción» para este año. «Las buenas perspectivas reinantes entre los profesionales del sector agropecuario se están yendo al traste», añade Tejerina, que alerta igualmente del peso es de alerta igualmente del peso específico, «que ronda los 60 kg/hl, 64 como mucho»

No obstante, «todavía hay algo de humedad en las parcelas», por lo que es pronto para hablar de cifras más exactas, aclara el secretario general de UPA, Blas Donis. En su organización estiman una «cosecha media», al estilo de las de los últimos diez años. Por cultivo, señala que el trigo «no está dando los buenos resultados que se esperaba y será la cebada la que mantenga el año», indica. «El campo es una aventura, nunca sabes lo que te va a caer en el cielo», agrega.

Por comarcas, las explotaciones del Cerrato y Tierra de Campos están «bastante bien», más allá del problema de los topillos. Allí se está empezando por la cebada, y después llegará el turno del trigo, la avena y la colza, que tiene una relevancia destacada en la provincia. «En la zona de Saldaña hacia la Montaña Palentina se sembró más tarde porque las tierras de labor no estaban en condiciones. Como ha habido una primavera bastante lluviosa se ha podido también salvar los trastos», explica el presidente de Asaja, José Luis Marcos. 
En lo referente a las reservas de agua, Marcos recuerda que ahora mismo «se está consumiendo muy poca agua», gracias a las lluvias de las últimas semanas y a la climatología favorable de este año. «Los pantanos están como nunca. La campaña de riego se desarrollará con absoluta normalidad. Será un verano muy caluroso, pero esperamos contar con ese agua de los embalses», apostilla el presidente de Asaja.

PRECIOS INSUFICIENTES

«Los precios están por los suelos. Aunque la producción sea curiosa, gran parte va destinada a cubrir costes». Así de contundente se muestra UPA, donde advierten que puede darse la circunstancia de que «se produzcan más kilos de cereal, pero se tengan menos ingresos que el año pasado. Y eso es muy grave para los profesionales».

Dicho de otra forma, el problema no es tanto este año como venga la cosecha sino a cómo se paga, «con una lonja que está tirando por el suelo los precios de lo que producimos», subrayan desde las filas de Asaja. Se trata de precios, con los que «difícilmente se puede cubrir los costes de producción», aclara COAG. «Si cosechamos lo mismo que el pasado año, con los precios actuales no cubriríamos costes»,  insiste su máximo responsable. 

¿Quién es el culpable de esta situación? Las tres organizaciones agrarias lo tienen claro: la lonja de cereales y forrajes de Valladolid y Palencia. «Para lo único que está sirviendo es para tirar los precios por el suelo. Es la lonja con los precios más baratos de toda España», apunta Tejerina. «Es una auténtica vergüenza», insiste. Su homólogo en UPA es claro: «es una desgracia para los agricultores».

Como muestra, los precios en la lonja actualmente rondan los 405 euros/tonelada de la colza, los 210 de la avena, los 200 del trigo o los 188 de la cebada, por poner algunos ejemplos.