Palencia recupera la tradición en el día de San Antolín con el reparto de cerca de 7.000 vasos de agua en la cripta de la catedral tras la eucaristía presidida por el obispo, Manuel Herrero, ante un templo completamente abarrotado.
La cripta solo abre sus puertas cada 2 de septiembre y bajar a beber su agua es uno de los gestos más arraigados dentro de las fiestas grandes de la ciudad ya que, según cuenta la leyenda, contiene propiedades curativas. Sin embargo, los palentinos llevaban tres años sin poder cumplir con la tradición ya que en 2020 los actos quedaron suspendidos por la pandemia y en 2021 se decidió que era "poco seguro al no poderse garantizar la distancia de seguridad". El año pasado sí se procedió al habitual reparto de agua aunque, en este caso, tuvo que trasladarse al claustro ya que en el interior de la Seo estaba expuesta la muestra Renacer.
Tras varios años de restricciones, este 2023 los palentinos ya sí han podido volver a bajar a la cripta recuperándose así, una de las imágenes más icónicas de los "sanantolines"
Cabe recordar que hace años, eran los bomberos de la ciudad los encargados de extraer el agua retenida durante todo el año en el pozo precisamente para evitar intoxicaciones pero ya desde 2018, se optó por hacer un reparto simbólico y cambiar el agua de la cripta por agua embotellada. Se tomó esa decisión después de que Sanidad la declarara como no apta para el consumo humano.
Como cada año, los actos en honor a San Antolín se iniciaron en el Ayuntamiento de la capital desde donde partió la comitiva con las autoridades de la ciudad en procesión hasta la catedral donde a las 11,30 horas comenzaba la eucaristía.