El cantaor Diego El Cigala llora de alegría al revivir el éxito de su disco Lágrimas negras y afrontar la gira de presentación de Obras maestras. El álbum de boleros lleva «el mismo paso» que su mundialmente famoso proyecto, donde estuvo acompañado por el legendario pianista cubano Bebo Valdés (1918-2013), pero recoge una experiencia de 20 años para «saber lo que es la música afrocubana y latina».
«Es el mismo caminar de Lágrimas negras, pero este es un disco más extenso, con más repertorio», comenta El Cigala durante la promoción por Miami.
El álbum lanzado por Sony Music ya ha salido al mercado y también el segundo videoclip, Voy, rodado en Toledo, España.
Sentado en la barra de un bar de la zona colonial de Santo Domingo (en República Dominicana), el cantaor Diego Ramón Jiménez Salazar, más conocido como El Cigala, se gira a una cámara para, mirándola fijamente, entonar esa pregunta que estaba en todas las radios de Latinoamérica a finales de los 70: «¿Por qué me arrastro a tus pies?». Es la contundente frase del conocido tema de Roberto Carlos Desahogo, que ahora El Cigala ha llevado a bolero en este álbum de 10 temas, que ha tardado cuatro años en producirse, según desvela.
«Maravilloso haber encontrado Desahogo, yo creo que es una obra de arte que nunca se había llevado tampoco a ese clima», dice con orgullo el madrileño sentado con camisa oscura, pantalón blanco y el dorado predominante de sus pulseras y anillos.
Gira americana
El Cigala está inmerso en la gira de Obras Maestras, que le llevará a 14 ciudades de EEUU y Canadá en menos de dos meses, según informa su compañía de relaciones públicas en Florida.
El periplo promocional arrancó con buena acogida el 14 de septiembre en el Plaza Theater, en El Paso (Texas), y finalizará el domingo 15 de octubre en Washington D.C. Entre ambas, se le podrá ver en el James Knight Center de Miami este 30 de septiembre.
De acuerdo con un comunicado de la discográfica, Obras maestras, que incluye boleros clásicos de Armando Manzanero (Adoro) y, entre otros, Toda una vida, del cubano Osvaldo Farrés y popularizado en España por Antonio Machín, «demuestra que el amor y el desamor son temas eternos que trascienden las modas y las épocas».
Repertorio de clásicos
«El bolero, con mis respetos a todo el mundo, ya no se escucha en los escenarios. Entonar uno bueno, interpretarlo bien es muy, muy parecido al flamenco, tiene el mismo sentido. A mí lo que más me gusta cantar después del flamenco es bolero. Ese es el milagro de la música», asegura El Cigala. «Que un flamenco español pueda conquistar tierras americanas con un disco así es algo tremendo. Espero que gocen como yo», añade.
Piensa en mí, la famosa canción escrita en 1935 por el compositor mexicano Agustín Lara y su hermana María Teresa Lara, también es «una obra maestra» para el cantaor.
Aquí la interpreta con su estilo particular y sus quejidos flamencos y, recuerda, fue un tema que conoció en la voz inconfundible de la asturiana Luz Casal.
Uno de sus temas preferidos del disco es Espérame en el cielo, un bolero que han interpretado innumerables gargantas conocidas, desde Lucho Gatica hasta Los Panchos.
«Cuando yo grabé Lágrimas negras, estaba nuevecito, me llevaba de la mano el genio y figura que era mi querido Bebo. Han tenido que pasar 20 años para tener la experiencia de saber lo que es la música afrocubana y latina, para poder sentirse uno más seguro», comenta el intérprete.
El Cigala puntualiza que, en realidad, este es su primer disco íntegro de boleros. Lágrimas Negras está dentro de lo que es el estilo, pero no es tan completo. Está más detenido en (el compositor cubano de sones Miguel) Matamoros», que es el autor de la pieza que le da título a ese álbum, matiza.
Tanto el nuevo álbum como la gira llevan, además de la voz, un formato «muy sencillo: piano, contrabajo y percusión, todo muy acústico porque el bolero tiene que sonar bien», describe el cantaor.
Su pianista, Jaime Jumitus Calabuch, con el que lleva 22 años de trabajo, le ayudó a escoger y grabar los temas. Agradecido, el artista internacional reconoce la gran labor de Calabuch, que no por casualidad es sobrino de Moncho, «el gitano del bolero».
«Yo estoy muy feliz con Obras maestras. Creo que nos va a dar muchísima felicidad por todo el mundo», resume ilusionado El Cigala preparado para dar la cara, el cante y la nota en todas las presentaciones previstas del nuevo disco.