El Centro Rural de Innovación Educativa (CRIE) de Cervera de Pisuerga comenzó su andadura en el curso 1999-2000 con la finalidad principal de prevenir y compensar las desigualdades de acceso, permanencia y promoción en el sistema educativo de las personas y grupos del medio rural.
Por esta dotación educativa, con una trayectoria de 23 cursos y en el que las actividades que se llevan a cabo contribuyen a la mejora del proceso de evolución personal y social del alumnado, a la formación del profesorado y al enriquecimiento del currículo escolar mediante la puesta en funcionamiento de propuestas innovadoras, pasanen cada período lectivo alrededor de 36 centros. La mayoría va una semana con alumnos de 5º y otra con los de 6º, según expone el director, Ramiro Cabeza, quien comenta que cada semana recibe un máximo de 45 niños, lo que representa unos 1.000 por curso.
En el CRIE de Cervera se da cita la práctica totalidad de alumnos de 5º y 6º de los centros educativos públicos del medio rural de la provincia, y también de algunos de la capital -tienen prioridad aquellos con alumnado con desventaja en los campos socioeconómicas y/o culturales-. Cada grupo va acompañado por un docente de su colegio, de ahí que en total pasen por la dotación unos 120 cada curso.
Su entorno natural, etnográfico e histórico ofrece innumerables posibilidades para una acción didáctica de calidad. Un recurso donde investigar, conocer, disfrutar y convivir en un marco incomparable, en pleno corazón de la Montaña Palentina. Es, por tanto, de obligado cumplimiento disfrutar del entorno y de sus posibilidades en los distintos ámbitos naturales convertidas en recursos didácticos. «Es un objetivo del CRIE estar integrado en Cervera, en la Montaña y en el ámbito rural, de manera que los alumnos disfruten de las posibilidades que ofrece la vida en el medio rural, poniendo en valor la calidad de vida del mismo y todos los aspectos positivos que ello conlleva», afirma Ramiro Cabeza.
Innovar es la función de los CRIE, y en el de Cervera «esta innovación se entiende como ofrecer en los encuentros la posibilidad de relacionarse con niños de toda la provincia», señala, para añadir a renglón seguido que «esa es la esencia y la razón» del centro. Además, «ofrece la posibilidad de realizar unas actividades que no pueden hacerse en otros entornos, como son las de utilizar materiales innovadores, impresión 3D, impresión láser, robótica, cocina, realidad virtual, etc, además de una salida didáctica diaria», destaca el director.
En cuanto al funcionamiento del centro, Ramiro Cabeza explica que ofertan encuentros semanales: los escolares permanecen en el CRIE de lunes a viernes, cada semana procedentes de varios centros, para «compensar que no todos los niños del medio rural tienen la oportunidad de relacionarse con iguales, a la vez que se les ofrece la posibilidad de aprender a través de las diferentes actividades, visitas y talleres que preparamos y que pueden ser extrapolables a cualquier centro educativo».
curricular. El CRIE es un centro educativo público y, como tal, todas sus actuaciones están encaminadas al desarrollo curricular, de manera que cuando acuden al centro «es una semana en la que se avanza y se trabajan contenidos, algo a tener en cuenta y así lo reflejan los docentes en las memorias que realizan todas las semanas tras su participación en los encuentros», incide el director.
Este hace hincapié en que el centro es un «sitio perfecto para avanzar en la autonomía personal y ofrecer a los maestros que vienen la posibilidad de conocer aspectos de la personalidad de sus alumnos, una información que será de gran utilidad para el trabajo de aula de todo el curso». Asimismo, «las maestras acompañantes pueden solicitar al CRIE toda la información que precisen relacionada con lo desarrollado en el encuentro ya sea sobre aspectos técnicos o las estrategias usadas para trabajar en codocencia, la forma más habitual de trabajo en nuestro centro», asevera.
Una parte «muy importante» de la razón de ser de la dotación es la R de las siglas. La R de rural, por eso también «la innovación va enfocada a poner en valor y mostrar que pueden ser afortunados por vivir en un pueblo, un lugar en el que ser, aprender y vivir felices», asevera Cabeza. El CRIE de Cervera es «inclusivo», donde se adaptan tanto las actividades de interior como las salidas didácticas a las necesidades de todo el alumnado que quiera asistir.
La asistencia al CRIE es voluntaria y completamente gratuita, incluido el desplazamiento (gestionado y asumido en su totalidad por los centros participantes) y la manutención, lo que facilita la asistencia de todo el alumnado. «También los más desfavorecidos, que además generalmente son los que más necesitan actividades y aprendizajes de este tipo», manifiesta Ramiro Cabeza.
Los centros del medio rural tienen preferencia y lo normal es que se inscriban todos y todos los cursos, con alumnado tanto de 5º como de 6º. «Para la selección de centros se aplica un baremo a cada grupo de cada colegio que lo solicita y, si a alguno no le llega queda en lista de espera por si hubiese renuncias».
La plantilla docente del CRIE consta de cinco maestros y, además, también dispone de uno volante del norte, siempre y cuando no tenga que hacer sustituciones en algún colegio de esa zona. «Con esta plantilla cubrimos toda la semana, incluidas las noches», indica el director.
Este también hace referencia a la evaluación de los profesores que van con los niños y los propios alumnos, con opiniones que «siempre son muy positivas, tanto por lo que aportan a los centros como por los contenidos ofertados». En este último sentido, «cada curso cambia el plan de trabajo, con actividades diferentes. De cuatro en cuatro años se presenta un proyecto, bien por quienes trabajan en el CRIE bien a través de sugerencias de los que asisten», comenta.
En Castilla y León hay diez CRIE, pero algunas provincias no tienen, como Salamanca y Valladolid. En Soria son tres, uno autonómico, y en León dos. «CyL tiene que estar orgullosa porque es de las pocas comunidades con estas dotaciones (Cantabria y Aragón)», concluye Cabeza.