La biblioteca celebra tres años de fomento de la lectura

Carlos H. Sanz
-

Con más de 50.000 usuarios anuales y una colección de fondos en constante crecimiento, estas intalaciones del Lecrác siguen adaptándose a las necesidades de sus lectores

La biblioteca celebra tres años de fomento de la lectura - Foto: Sara Muniosguren

Desde su creación el 15 de noviembre de 2021, la biblioteca del centro cultural Lecrác ha experimentado un notable crecimiento y desarrollo, consolidándose como un importante referente en la zona sur de la ciudad. Nacida de la unificación de las antiguas bibliotecas de Miguel de Unamuno y San Telmo, se ha convertido en referente para  usuarios de todas las edades. Ana Ruth Bustillo, coordinadora de Bibliotecas Municipales del Ayuntamiento, recuerda que estas instalaciones «eran una demanda de los  barrios de esta parte de la ciudad» y su respuesta ha estado a la altura. «La gente la ha acogido con muchísima gratitud porque funciona fenomenal», resalta. Desde que abrió sus puertas ahora hace tres años, la evolución de este espacio ha estado marcada por un aumento significativo tanto en el número de usuarios como en las actividades y servicios que ofrece.

Así, en sus primeros meses, desde noviembre hasta diciembre de 2021, la biblioteca del centro cultural Lecrác registró un total de 11.843 usuarios, un número considerable teniendo en cuenta el tiempo limitado de apertura en ese año inaugural. Este crecimiento fue un preludio de lo que vendría, ya que en 2022 el número de visitantes se disparó a 60.277, mostrando la aceptación y relevancia de estas instalaciones. Aunque en 2023 se experimentó un ligero descenso, con 48.615 usuarios, 2024 ha mostrado signos de recuperación con 50.495 usuarios hasta el 12 de noviembre, lo que demuestra la capacidad de la biblioteca del Lecrác para adaptarse y seguir atrayendo a la población.

Fondos. El incremento de la actividad de esta biblioteca no solo se refleja en el número de visitantes, sino también en su actividad diaria. Las consultas bibliográficas han pasado de 2.384 en 2021 a un pico de 18.363 en 2023, y este año, hasta mediados de noviembre, se han contabilizado 16.331. 

Por otra parte, los préstamos de libros han seguido una tendencia similar, aumentando desde 2.384 en 2021 hasta casi 20.000 en 2023, y alcanzando 18.672 en lo que va de año, lo que indica un interés sostenido por la oferta de lectura y el material bibliográfico proporcionado por este centro de la zona sur capitalina.

Desde su apertura, la biblioteca ha incrementado y diversificado su colección. Actualmente, cuenta con 34.533 ejemplares, incluidos 2.416 DVD, y se han emitido 5.070 carnés de usuario, distribuidos en 3.865 para adultos y 1.205 infantiles. Como comenta Ana Ruth Bustillo, el reto es «ir creciendo en fondos y en periódicos». «Al venir de una biblioteca más pequeña, hemos tenido que adaptar los fondos de forma gradual en proporción con los usuarios, ya que se ha multiplicado su uso, siempre con el compromiso continuo de atraer a lectores de todas las edades», añade.

El perfil de usuario predominante, según Bustillo, es el infantil, representando aproximadamente el 50 % del público. Las actividades para este grupo, como los talleres para niños de 4 a 8 años, gozan de una elevada participación. Sin embargo, también se está trabajado desde la biblioteca para atraer a usuarios juveniles, un desafío que, según la coordinadora, se ha afrontado con una programación específica entre febrero y junio, «con un club de lectura y algunas actividades en los patios que está teniendo buenos resultados».

Salas de estudio. Uno de los puntos fuertes de la biblioteca son sus salas de estudio, que, según Bustillo, «son las mejores de toda la ciudad, no solo por el mobiliario sino por su iluminación y servicios como wifi y tomas de electricidad para portátiles». Estas condiciones óptimas para el estudio han atraído a una amplia base de usuarios, no solo del barrio, sino de toda la ciudad, algo que la responsable destaca con satisfacción: «Siempre sorprende el ver que viene gente de otras partes de la ciudad. Al principio, recibíamos, sobre todo, a usuarios de la biblioteca de Miguel de Unamuno, pero ahora podemos competir un poco con los servicios de la biblioteca de Eduardo Dato».

Pero la biblioteca del Lecrác no solo es un espacio para la lectura y el estudio, sino también un lugar de aprendizaje y entretenimiento. Las visitas guiadas para centros educativos permiten dar a conocer las instalaciones y los servicios, y actividades como los cuentacuentos infantiles -cada martes, a las 18 horas- o la de Bibliotecario por un día -los jueves- son esenciales para inculcar el amor por los libros desde una edad temprana. 

Para adolescentes y adultos, se ofrece formación en el uso de herramientas digitales y el acceso a la Red de Bibliotecas de Castilla y León, mientras que los clubes de lectura para adultos y la Biblioterapia para mayores son actividades que facilitan la interacción y la educación continua de la comunidad.

Ana Ruth Bustillo expresa su esperanza de que la biblioteca vaya in crescendo». «Necesitamos más medios personales y económicos para, realmente, poder ofrecer un servicio óptimo al 100 % porque  tiene muchos espacios y se puede aprovechar aún más». Y es que la biblioteca del Lecrác tiene un futuro prometedor.