La presidenta de la Diputación, Ángeles Armisén, agradeció hoy en el palacio provincial el trabajo de los 23 bomberos palentinos que se desplazaron en tres contingentes para prestar ayuda a los afectados de la DANA en Aldaya (Valencia). Armisén destacó de ellos el compromiso y el trabajo realizado, pese a que «queda mucho por hacer y por intentar recuperar algo de normalidad para todos los vecinos de las zonas afectadas».
Armisén estuvo acompañada por los diputados de Desarrollo Rural y Protección Civil, Luis Calderón, y delegado de Protección Civil y Extinción de Incendios, Jesús Tapia. Durante el recibimiento, la presidenta de la institución provincial hizo hincapié en que fueron los propios bomberos los primeros en dar un paso al frente para acudir a la zona de emergencias.
«La institución provincial trata de poner los medios necesarios para que puedan realizar su importante labor profesional. La Diputación apuesta por el compromiso del futuro de nuestra provincia en el servicio de extinción de incendios. La labor de los bomberos de los parques municipales es insustituible. Los ciudadanos esperan que colaboremos todos en situaciones como esta», comentó.
Por su parte, Alfonso Fernández, bombero del parque comarcal de Guardo y destacado en el primer contingente, afirmó que fueron muchos los bomberos que se apuntaron para ir a ayudar, aunque finalmente solo pudieron ir 23. «Los que fuimos nos quisimos quedar más días, pero no se nos permitió por razones de servicio. Cualquier compañero de los once parques de bomberos voluntarios que somos hubiese hecho el mismo trabajo o mejor que el nuestro», destacó el bombero que quiso agradecer el compromiso de la institución provincial con los compañeros desplazados hasta la localidad valenciana y reconoció estar emocionado con el recibimiento de los vecinos. «Estamos muy agradecidos con toda la gente que nos dio todo lo que tenían. La experiencia fue motivadora porque estás cumpliendo con tu deber y con tu obligación porque esa gente lo necesitaba», señaló Alfonso.
Su compañero Pablo Abad, bombero funcionario de la Diputación, fue a Valencia en el segundo contingente. «Son situaciones en las que a todos en algún momento se nos ha caído una lágrima porque vives emociones fuertes. Al poco de llegar se nos acercó una niña que quería que limpiásemos su bicicleta de barro o una mujer que, después de nueve días, no había podido bajar a su sótano y cuando conseguimos quitar el agua y abrimos la puerta se cayó desmayada de la emoción», afirmó. «Hemos aportado nuestro granito de arena, pero hay tanta arena que quitar que no es suficiente. Hace falta mucho trabajo», reconoció. Un trabajo en el que se movilizaron bombas de achique de agua y un camión autobomba para escarcelar durante los primeros días si era necesario.
Finalmente, Fernando Maté, bombero del parque de Baltanás, explicó que esta había sido una experiencia agridulce ya que pese a la ayuda que prestaron «hemos tenido la sensación de querer hacer más». «Hace falta mucha ayuda y creo que poco a poco irán recuperando la normalidad, aunque va a costar», destacó. «La gente se mostró muy agradecida. stamos muy sorprendidos y agradecidos», concluyó.