En la festividad de San Juan Bautista, copatrono de la ciudad, la Real Cofradía Penitencial del Santo Sepulcro y de San Juan Bautista y Archicofradía de las Cinco Llagas de San Francisco y el Ayuntamiento procedieron, un año más, al tradicional y concurrido reparto de tomillo una vez llegó a la plaza Mayor la procesión. El Consistorio había comprado al Centro Villa San José un total de 3.000 plantas para repartirlas en las plazas Mayor (ayer) y de San Juanillo (el viernes).
La programación vespertina de la cofradía con motivo de la celebración de San Juan Bautista incluyó la eucaristía en honor al santo, a cuyo término tuvo lugar un especial homenaje a los hermanos que cumplen 25, 50 y 75 años en el seno del Santo Sepulcro con la entrega de diplomas y medallas, respectivamente. Así, cabe citar a José María Ansual Gutiérrez (75 años); Juan Luis Gutiérrez Sánchez, Julián Cuadrado García y José Manuel de Manuel y de los Bueis (50) y Mª Luisa Herrero Celestino, Mª del Carmen Rodríguez Quijada, María García Rodríguez, Alejandro García de Prado, Almudena Antolín Pardo, Pedro Martínez Ortega, Luís Ángel Valle González, Julio Ignacio Porral González, Gloria Alcalde García, José Ramón Gómez Gómez, Mª Rita Gómez Porral, Mª Carmen Fernández Buena, Berta García Meneses, Azucena Rojo Herrero y Luis Miguel Robles García (25 años).
Después del homenaje, comenzó la procesión, con un San Juan Bautista de autor desconocido fechado en el siglo XVII, hasta la plaza Mayor, donde, como ya se ha señalado, se llevó a cabo la tradicional bendición y posterior reparto de tomillo por parte de la corporación, encabezada por la alcaldesa, Miriam Andrés, acompañada de concejales tanto del equipo de Gobieno como de la oposición, y representantes del Santo Sepulcro y otras cofradías penitenciales. En la céntrica plaza se dio cita un importante número de personas que ordenadamente recogieron la maceta de tomillo. Además, como novedad, se contó con el grupo de paloteo de Ampudia.
Tras esta especial ofrenda, que recuerda cuando se entregaban las suertes de leña a los vecinos de la capital, se pudo venerar la reliquia de San Juan, que custodia el Ayuntamiento a lo largo del año en el propio despacho de Alcaldía. Posteriormente, se reanudó la procesión de regreso a la capilla del Santo Sepulcro, donde se compartió un vino español con los homenajeados y todos aquellos asistentes, fieles y palentinos que quisieron acompañar a la cofradía en esta celebración.
Como en pasados años y con el fin de mantener viva la esencia y tradición de los altarcillos de San Juan, «encuadrados en la tradicional implicación social que la cofradía tiene», explica el hermano mayor del Santo Sepulcro Ángel Pérez, se instaló un altar a la altura de la Bocaplaza para recaudar fondos (unos 400 euros), en esta ocasión destinados Mundo Azul Palencia, asociación sin ánimo de lucro de familiares de personas con autismo.
La cofradía del Santo Sepulcro decidió en 2007 recuperar esta antigua tradición palentina, la de levantar altares dedicados a San Juan, solo que en lugar de hacerlo para conseguir unas perrillas, como hacían antiguamente los niños de la capital, decidieron otorgar un fin solidario a la iniciativa y colaborar con diversas organizaciones sociales de la ciudad. En otros tiempos, eran los niños quienes levantaban los altarcillos para conseguir algún dinerillo para sus gastos. Pedían una limosna para San Juanillo, que luego, por regla general, dedicaban a sus propias necesidades.
hogueras. En la noche más corta del año, y a la vez de las más mágicas, señalar que por la geografía provincial la hoguera hizo que miles de personas se reunieran alrededor del fuego. Es el caso de la capital, en concreto en el barrio de San Juanillo, donde se congragaron en el aparcamiento junto a la plaza de toros vecinos de todas las edades llegados desde distintos puntos de la ciudad, y que transcurrió con normalidad.