Dos son los maratones que organiza la Hermandad de Donantes de Sangre, en diciembre y junio desde hace 15 años. El de ayer, cabe que sea el último que se celebre en este mes, y es que, según señalan los convocantes, se considera más oportuno adelantarlo a mayo, cuando aun están  cerradas las piscinas, y tampoco coincidiría con eventos como el Palencia Sonora (el pasado año) o San Juan (este), que parece restan asistencia. Aun así, se contabilizaron unas 70 donaciones, medio centenar de ellas por la mañana,  de 9 a 14 horas.  «Ha ido todo muy tranquilo,  más flojo que en otras ocasiones», manifestaron desde la Hermandad.

El palacio de la Diputación volvió a acoger esta maratón de donación de sangre, en concreto la biblioteca Tello Téllez, donde se instalaron cuatro camillas, con un médico y dos enfermera. Los donantes recibieron el correspondiente bocadillo, gentileza la Diputación, y una bebida por cuenta del Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León, además de una bolsa con una botella de agua donada por Lebanza, un paquete de galletas por Gullón, una libreta y una memoria de actividades.

Entre las próximas citas, decir que el autobús de la donación estará estacionado el 27 de  junio en el centro comercial Arambol, en horario de 9,15 a 13,45 y de 16,15 a 20,45 horas.  Asimismo, decir que mañana estará en Saldaña, en la estación de autobuses (de 10 a 13 y de 16,30 a 20,30 horas).

La sangre no se transfunde al enfermo tal y como se extrae, sino que se somete a un proceso de fraccionamiento o separación en varios componentes (hematíes, plaquetas y plasma), cada uno de los cuales se utiliza para tratar diferentes tipos de enfermedades. Así las cosas, con una sola donación se pueden beneficiar hasta tres personas  distintas.