Insisten en la base científica de la regulación del lobo

Rubén Abad
-

ANPA afirma que el problema no son los ataques, sino los bajos precios y la zoonosis. EeA critica la gestión de la administración y alerta de que los argumentos de las opas y partidos políticos como el PP «están cogidos con pinzas»

Insisten en la base científica de la regulación del lobo

La Asociación de Naturalistas Palentinos (ANPA) defendió ayer que la nueva normativa que regula el control cinegético del lobo en zonas donde hasta ahora sí se podía cazar, como al norte del Duero (donde se incluye Palencia), no es ningún capricho del Ejecutivo central, sino que se basa estrictamente en criterios científicos elaborados por un grupo de expertos. «El lobo tenía que estar dentro del catálogo de especies amenazadas desde hace tiempo, y por fin lo ha conseguido», afirmó Fernando Jubete.


Por otro lado, el naturalista detalló que «no hay grandes diferencias» en el número de daños registrados en las comarcas loberas de las que no lo son. «El problema de la cabaña ganadera no es el lobo, es la zoonosis, el bajo precio de la carne y otros productos y las exportaciones», destacó. «Hay que conseguir que se les pague un precio justo», insistió.

 
Por otro lado, precisó que «no se puede caer en el alarmismo» en todo lo relacionado con este cánido salvaje, al que, denunció, se ha estigmatizado en los últimos años. Como ejemplo que la convivencia entre las explotaciones ganaderas y las manadas es posible, citó la comarca de Tierra de Campos, donde, según Juebete, «hay una población estable de lobos y ni un solo daño».

 

ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
Por otro lado, Alberto Fuentes, de Ecologistas en Acción (EeA), alertó de que los argumentos de las opas y partidos políticos como el PP «están cogidos con pinzas». Al respecto, alertó de que el sector cinegético «es un granero de votos para determinados partidos, que con esta polémica solo están buscando un rédito político en las urnas».


Asimismo, aseguró que «algo estará haciendo mal la administración» cuando, según los datos oficiales, el número de ataques aumenta a pesar de los controles a los que se ve sometida la especie. 
Finalmente detalló que España forma parte de la Unión Europea con todas sus ventajas y posibles inconvenientes: «No solo somos europeos para recibir ayudas, también a la hora de proteger determinadas especies».