La Tejera, cerca de ser una realidad 25 años después

Carlos H. Sanz
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El viernes se cumplió un cuarto de siglo de la rueda de prensa en la que se mostró a los palentinos la maqueta del futuro palacio de congresos y exposiciones. Si no surgen más problemas, las obras comenzarán este verano

La Tejera, cerca de ser una realidad 25 años después

31 de mayo de 1999. Una maqueta blanca preside el salón de plenos del Ayuntamiento. Es la primera vez que el proyecto del palacio de congresos y exposiciones de La Tejera sale del papel y se puede apreciar a escala en tres dimensiones. Es un día importante. En la información que publicó al día siguiente Diario Palentino se percibe una mezcla de interés, curiosidad e ilusión entre los asistentes porque este palacio de congresos «va a contribuir al desarrollo económico y social de Palencia». 

En las fotografías se ve al entonces alcalde, Marcelo de Manuel; al concejal de Bienestar Social y Barrios, José Antonio Rubio Mielgo; y a Santiago Hernández, director de la Escuela Taller que durante los meses anteriores se había encargado de la limpieza de la vieja fábrica construida en 1880 para albergar el horno continuo de cerámica de Cándido Germán Esteban y que cerró en 1982 y fue comprada por el Ayuntamiento en 1993.

Pero el que mayor atención acapara es un sonriente arquitecto navarro llamado Francisco -Patxi- Mangado Beloqui, que mira con orgullo su maqueta. Fue a él a quien, unos meses antes, tras un año y medio de negociaciones entre el Ayuntamiento y el Ministerio de Fomento, se le adjudicó el contrato para la redacción del proyecto. 

«Yo creo que en octubre estará terminado», aseguró ese día, en el que también felicitó al Gobierno de España y al Ayuntamiento por «la sabia decisión» de apostar por recuperar la arquitectura industrial para dotar a Palencia de un palacio de congreso que, advertía, no será «ni lujoso ni caro» pero que sí está pensado «para las necesidades futuras de la ciudad». 

«Las obras podrán comenzar a principios del próximo año», aseguró el alcalde. Era un día de celebración en plena campaña electoral de las elecciones municipales, autonómicas y europeas del 13 de junio de 1999. Entonces se podían hacer ese tipo de presentaciones pero ni siquiera teniendo en cuenta la oportunidad electoral es seguro que ninguno de los presentes se podría imaginar que, 25 años después, Palencia seguiría careciendo de su palacio de congresos y exposiciones. 

13 de mayo de 2024. El Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana adjudica a la empresa Proyecon Galicia el contrato para la rehabilitación de la fábrica de La Tejera para su centro de formación, congresos y ferias por 5.112.110,85 euros (IVA incluido). De nuevo, la ciudad está a las puertas de ver materializado su ansiado proyecto. Si no hay sorpresas en forma de recursos contra la adjudicación o de desistimiento del contrato por parte de la empresa, la adjudicación será firme la próxima semana y las máquinas podrán comenzar a trabajar en verano.

Todos los alcaldes que ha tenido esta ciudad desde que hace 25 años se presentó la maqueta de La Tejera dieron plazos para el inicio de las obras que nunca se cumplieron. Lo hizo el popular Marcelo de Manuel en 1999, el socialista Heliodoro Gallego, el popular Alfonso Polanco, Mario Simón, de Ciudadanos, y, recientemente, Miriam Andrés. Como para lanzar las campanas al vuelo. 

Lo ocurrido. Aunque sobre el inicio de las obras de La Tejera se cierne todavía la incertidumbre, con lo ocurrido hasta hoy sí hay luz y taquígrafos. Un mes después de la presentación de esa maqueta, el Ayuntamiento cambió de signo político y Heliodoro Gallego fue investido alcalde. 

Antes de que acabase 1990, el nuevo alcalde presentó un avance del proyecto del arquitecto navarro Patxi Mangado a la oposición para unas obras que se estimaron en 1.100 millones de las antiguas pesetas.

A finales de 2000, Patxi Mangado aseguraba que el proyecto de ejecución del palacio de congresos estaba «rematado», así que se envió al Ministerio de Fomento. Desde un principio, lo acordado entre el Gobierno y el Ayuntamiento era que esas obras se iban a financiar con las ayudas del 1% Cultural, pero en 2001 se supo que el ministerio había dejado fuera del programa a La Tejera porque faltaba un documento. Tampoco lo logró en 2002.

Con el paso de los meses se supo que el problema era que no estaba bien definida la forma de financiación del proyecto, que con la entrada de los euros pasó a costar 6,5 millones. El caso es que no fue hasta enero de 2004 cuando llegó la confirmación por escrito de que la Junta de Castilla y León iba a aportar el 20% que, unido al compromiso del Ayuntamiento y de la Diputación de sufragar el 20 y el 10% restantes -el Gobierno asumió la mitad del coste- se despejaba el camino para sacar a concurso las obras. 

Lo que nadie esperaba es que a finales de 2004, el nuevo Gobierno socialista cambiara los criterios de selección del 1% Cultural y todavía se tuviese que esperar hasta marzo de 2005 para que, por fin, el Ministerio de Vivienda sacase a concurso las obras. 

Una veintena de firmas, entre ellas las más importantes del sector de la construcción a nivel nacional, concurrieron al concurso que fue adjudicado el 2 de agosto de 2005 a la Unión Temporal de Empresas formada por Condisa (Compañía Internacional de Construcciones y Diseño SA) y Ortiz Proyectos y Construcciones por un importe total 5.656.443,6 euros, casi un millón de euros menos de la cifra por la que se licitaron las obras, y un plazo de ejecución de 36 meses. El 26 de enero de 2006 comenzaron a trabajar. 

Muerto antes de nacer. Esa diferencia entre el presupuesto de licitación y el de adjudicación hirió de muerte el proyecto de La Tejera; al menos, el que pensó y diseñó Patxi Mangado. Los problemas aparecieron antes incluso de que comenzasen los trabajos, hasta el punto de que en 2008 se aprobó la primera modificación del proyecto que supuso un  incremento de 4.072.733 euros, un aumento del 72% sobre el proyecto inicial, que asumió el Ministerio de Vivienda. 

Por aquel entonces, ya se sabía que el problema radicó en que el Gobierno no actualizó los precios antes de licitar las obras y en que aceptó una baja que a la postre se demostró temeraria.

Con el plazo de ejecución más que superado, el 23 de noviembre de 2010, el Ministerio de Fomento anunció que la empresa adjudicataria cedía el contrato a la empresa Volconsa y que el plazo para la finalización de las actuaciones se ampliaba a mediados de 2012.

En 2011 cambió el Gobierno, tanto de la capital (mayo) como de España (diciembre). Una de las primeras acciones del nuevo alcalde, Alfonso Polanco, fue desplazarse al Ministerio de Vivienda a pedir explicaciones. Allí le comunicaron que era preciso realizar un nuevo modificado por 4,5 millones, de los que 1,5 tendrían que ser aportados por el Ayuntamiento. No había capacidad para continuar las obras así que el 29 de diciembre de 2011 llegó al Consistorio la resolución de la Dirección General de Arquitectura del Ministerio de Fomento con la suspensión temporal total de las obras.

El nuevo proyecto. Doce años después de que Patxi Mangado presentase su maqueta a los palentinos, ya nadie -ni el Ministerio ni el Ayuntamiento- creía que se podía llevar a cabo ese proyecto. Y no era una cuestión política, los estudios desvelaron graves problemas que exigían un sistema profundo de cimentación que permitiese levantar unos pilares capaces de soportar el auditorio y la cubierta del edificio.

Tras meses de negociaciones, el Ministerio de Fomento lanzó un concurso de ideas que ganó el proyecto Ready Made, de la UTE Rueda Pizarro, antonioyconsuelo y Gran Vía 408. El objetivo no era otro que aprovechar todo lo construido hasta entonces, un 30% del proyecto original, para dotar a la ciudad de un centro de congresos. Ya no se trataba de un palacio.

En noviembre de 2016, el Gobierno, la Junta, el Ayuntamiento de la capital y la Diputación escenificaron en el centro cultural Lecrác la colocación de la «primera piedra virtual» de la nueva Tejera, con la previsión de que abrirá sus puertas en 2019. Los ganadores del concurso se pusieron manos a la obra para desarrollar el proyecto definitivo pero pasaron los meses sin que se volviese a saber nada del inicio de las obras. 

La llegada de Pedro Sánchez a La Moncloa en junio de 2018 tampoco generó ningún avance. En mayo de 2019, la coalición PP y Ciudadanos entró en el Ayuntamiento y el nuevo alcalde, Mario Simón, asumió el reto de desbloquear las obras de La Tejera. 

En diciembre de 2020, el Consejo de Ministros anunció la autorización para la suscripción del nuevo convenio a cuatro bandas. Las administraciones prepararon sus presupuestos pero, de nuevo, un jarro de agua fría paralizó la tramitación de las obras. Los técnicos del Ministerio avisaron en febrero de 2022 que sin actualizar el precio de licitación, el riesgo de que el contrato quedase desierto era muy elevado. 

Por eso, se acuerda y gestiona una adenda que, en la práctica, supone redimensionar el proyecto al dinero disponible. Es decir, el Gobierno y el Ayuntamiento acuerdan dejar una parte de las obras fuera, y que sea la ciudad quien asuma el coste de la urbanización de los entornos del futuro centro de congresos y exposiciones, lo que supondrá en la práctica incrementar su aportación en unos 562.362,72 euros respecto a los 1.073.310,44 establecidos en el convenio. 

Entre finales de 2022 y septiembre de 2023 se firman otras dos adendas para ajustar el desarrollo presupuestario de las obras a los años 2024, 2025 y 2026. Entre medias, en abril de 2023, el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana saca a licitación las obras a las que concurren tan solo dos empresas. En junio de ese año la mesa de contratación propone a Proyecon Galicia como adjudicataria por un precio de 5.112.110,85 euros y el Gobierno comunica al Ayuntamiento que en abril de 2024 arrancarán las obras. 

Sin embargo, ese plazo también se incumple porque, según explicó el Ayuntamiento, la Junta de Castilla y León tenía pendiente un «ajuste técnico» desde hace meses necesario para poder adjudicar -primero- e iniciar -después- las obras. El pasado 13 de mayo se adjudicó por fin el contrato.