El mundo del vino atraviesa un momento delicado en España -y en el resto de Europa-. Los reducidos precios que han recibido los viticultores en las últimas campañas y los cambios en los gustos del consumidor medio están provocando una crisis que se ha abordado en una reunión de la sectorial vitivinícola de ASAJA celebrada hace unos días. Tras el encuentro, la organización ha decidido pedir una reunión urgente con el ministro de Agricultura, Luis Planas, para estudiar la puesta en marcha de medidas destinadas a hacer frente a la dramática situación que atraviesa el sector. Desde hace meses, ASAJA viene denunciando el desánimo que cunde entre los productores de vino ante la falta de rentabilidad en sus explotaciones al no poder hacer frente a unos precios de mercado cada vez más ruinosos.
Después de la última vendimia, la sectorial vitivinícola de ASAJA ha analizado la situación del sector, que deja una fotografía preocupante: una campaña de producción superior a la del año anterior en un 17% y consecuentemente un mayor desequilibrio entre oferta y demanda ; unos precios para el productor por debajo de costes de producción (si bien es cierto que el precio de la uva blanca ha estado por encima de la tinta); un mercado pesado y paralizado para los vinos tintos; y un consumo a la baja, tanto a nivel nacional como internacional.
Esta situación, que se ha ido agravando durante las últimas cinco campañas, está teniendo graves repercusiones en la rentabilidad de las explotaciones y el desánimo se extiende entre buena parte de los productores, cada vez más partidarios de optar por el abandono. Ante esto, la sectorial de ASAJA considera urgente y prioritario que el Ministerio de Agricultura tome cartas en el asunto y adopte un paquete de medidas destinadas a hacer frente a esta complicadísima tesitura.
Desde hace más de un mes, ASAJA lleva solicitando abordar la situación con el Ministerio y ya urge que el ministro Planas se reúna con los representantes de los agricultores, considera la organización. ASAJA quiere proponer a Planas una serie de medidas que limiten el potencial productivo del sector para adecuarlo al mercado y otras destinadas a salvaguardar la supervivencia de los productores.
Entre las del primer bloque, y como medida esencial para controlar el potencial de producción, está la de establecer una ayuda financiera al arranque de viñedo, independientemente de su posterior replantación o su arranque definitivo. Esta medida, que ya fue reclamada hace pocas semanas por ASAJA y las demás organizaciones agrarias, ya ha sido aprobada en Francia el pasado mes de octubre.
También con el objetivo de controlar el potencial productivo, ASAJA insta al ministro a que defienda ante la Comisión Europea la necesidad de prohibir nuevas autorizaciones de plantación durante tres años (2025, 2026 y 2027), estudiar la evolución del mercado y permitir que los países miembros de la UE se puedan replantear sus estrategias nacionales.
Comité mixto.
Respecto al control en la producción, el comité mixto del vino que se ha reunido esta semana en Madrid ha planteado actuaciones. Esté comité, al que han acudido altos cargos de los ministerios de Agricultura de España, Francia e Italia, ha analizado algunos de los problemas actuales como los procedimientos de puesta en marcha de las medidas de crisis en relación con la destilación, la cosecha en verde o la necesidad de impulsar la promoción del vino. Además, se ha constatado la necesidad de flexibilizar el sistema de autorizaciones de viñedo, la puesta en marcha de medidas como el arranque (a pesar de la negativa de Planas a adoptar esa medida) y consensuar estas reflexiones y sus consecuencias con la Comisión Europea.
Además, los tres países han coincidido en destacar la importancia de que la Política Agraria Común (PAC) cuente con los recursos financieros suficientes para afrontar los retos y oportunidades del sector vitivinícola, la importancia de trabajar en favor de la política de rentas y la necesidad de adaptación a las consecuencias del cambio climático en el sector.
Durante el encuentro también se ha reflexionado sobre las medidas de promoción, ya que destacan que es necesario un trabajo conjunto de los tres países para reducir la complejidad de la gestión y centrarse en nuevos mercados sin perder cuota en los ya establecidos. También apuestan por seguir trabajando en el fomento de un consumo responsable del vino a nivel europeo y mundial.
Así, España, Francia e Italia están de acuerdo en que sea en el seno de la Unión Europea donde se garanticen las disposiciones presupuestarias suficientes que proporcionen instrumentos financieros adecuados para el sector, también mediante la reutilización de los remanentes. En este sentido, consideran que el marco adecuado sería el Grupo de Alto Nivel de Política Vitivinícola que actualmente está desarrollando la Comisión Europea y en el que participan representantes de las administraciones de los tres países.
Por último, en relación con el etiquetado digital y las barreras comerciales se ha acordado la necesidad de mejorar la implementación del actual marco normativo europeo para que se defienda plenamente la armonización de las normas y se garantice la libre circulación del mercado único de la Unión Europea.