Luna Fulgencio, la joven actriz de 9 años, hace el papel de Rocío en el nuevo largometraje de Santiago Segura, Padre no hay más que uno 2. Madrileña de nacimiento, pero unida a pueblos de la provincia como Cardaño de Arriba o Guardo, donde veranea junto a su familia y disfruta del tiempo libre. Pese a su temprana edad, ya ha trabajado en varios proyectos de alto calibre, como las series El ministerio del tiempo, los cortos Hay algo en la oscuridad y La tercera parte, así como en largometrajes como Durante la tormenta.
Inmersa en un nuevo proyecto que presentará el próximo 29 de agosto en Palencia, habla sobre cómo ha sido su experiencia al trabajar con el reparto de Padre no hay más que uno 2, su carrera y su forma de pasar las vacaciones de verano.
Recientemente se estrenó la segunda parte de Padre no hay más que uno. ¿Qué comentarios ha recibido sobre la película?
Las primeras semanas están yendo muy bien. Los comentarios que me llegan son muy buenos y espero que siga así, ya que me encantaría que pudiera haber una tercera parte.
¿Qué le diría a aquellos que están valorando si ver la nueva película?
Por una parte, que el cine es súper seguro. Todas las personas siguen las normas de seguridad -llevando mascarilla, respetando la distancia de seguridad y desinfectándose las manos- así que no creo que nadie deba sentir miedo por ir a una sala de cine.
Por otra parte, les diría que cuando vean la película que hemos rodado van a poder dedicar un momento para reírse y desconectar que, después de todo lo que hemos pasado, creo que hace mucha falta.
Hace poco estuvo en Guardo, presentando Padre no hay más que uno 2. ¿Qué tal fue el recibimiento?
Muy bien, me encantó. Además vinieron mis tíos y primos, lo que hizo que me ilusionara más incluso. Allí todos me felicitaron por la película y el público salió muy contento.
Dentro de poco iré a Palencia a una nueva presentación. Tengo muchas ganas, siempre me he sentido, en parte, palentina.
En este largometraje vuelve a trabajar junto a un actor reconocido como Santiago Segura. ¿Cómo es rodar con él?
Es genial, ya que es una persona muy agradable. Santiago nos da muchos consejos a la hora de rodar y, en los momentos en los que no te sale una frase literal puedes decirla a tu manera para que te sea más fácil. No es un jefe muy duro, así que me alegra mucho tener esta oportunidad.
El resto de actores, como Martina D’Antiochia, Calma Segura o Carlos González, también son jóvenes promesas. ¿Hiciste buenas migas al rodar con ellos?
Sí, los actores más pequeños también son muy majos. Entre tomas jugábamos, bailábamos y, después de haber rodado con ellos la primera parte, la relación es muy buena.
Además, la experiencia de trabajar junto a ellos esta segunda parte ha sido genial porque desde el primer día ya éramos amigos.
Además, tuvieron el problema de empezar a grabar tres meses antes de que se decretara el estado de alarma. ¿Qué supuso esto?
Antes del confinamiento había hecho planes para poder separar las vacaciones de verano del colegio, los rodajes y las presentaciones. Ahora, después del parón, se ha juntado todo y es un no parar de ir y volver todo el rato.
Y, con todo el ajetreo que tiene ahora, ¿puede disfrutar del verano?
Ahora estoy en el rodaje de un nuevo proyecto, aunque todavía no puedo decir nada sobre él, y es difícil ya que a veces es complicado trabajar con el calor. Pero siempre que puedo voy a Cardaño de Arriba con mi familia. Cuando paso las vacaciones allí suelo ir en bici por el pueblo con mis amigos, me baño en el río, subo a la cascada del Mazobre o juego al escondite. Allí me lo paso genial.
Porque, dentro de todas las cosas que hace, también tiene que compaginar el ser actriz con estudiar. ¿Cómo lo lleva?
A veces es un poco difícil, ya que, cuando llego de grabar, tengo que hacer lo que mis compañeros ya han hecho antes y llega a estresar en algunas ocasiones.
Sin embargo, mis profesores me apoyan mucho y entienden que cuando no voy a clase es porque estoy rodando, así que siempre intento sacar buenas notas.