La Fundación Santa María La Real recupera este verano la iniciativa 'Nuestros Mayores Viajeros', para que los residentes de los centros Tercera Actividad de atención a personas mayores o dependientes que la entidad gestiona en Aguilar de Campoo (Palencia) y Valdelafuente (León) puedan volver por una tarde a sus pueblos de origen, recorrer sus calles y vivir una experiencia diferente y motivadora.
Este año, el primer destino para los viajeros aguilarenses ha sido la comarca de La Ojeda. Un grupo integrado por casi 40 personas, entre mayores, personal de Tercera Actividad, familiares y voluntarios recorrió la comarca para descubrir algunos de sus templos románicos más emblemáticos. La primera parada indispensable fue Moarves de Ojeda, desde donde cogieron la carretera a Payo, el pueblo de Mercedes, una de las residentes que ejerció de guía mostrando al grupo la fuente de los caños, la panadería, la antigua fragua o la casa donde vinieron al mundo ella y sus once hermanos.
De allí fueron a Perazancas, el pueblo de Teresa, una de las residentes, y Ángela, fisioterapeuta de Tercera Actividad, donde José, custodio de la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, les mostró este edificio que data del siglo XII y que se abre aún con una vieja y pesada llave de forja.
A unos kilómetros de distancia, en Valdelafuente, León, otro grupo, integrado, en este caso, por una docena de personas iniciaba una ruta cultural y gastronómica entre el Esla y Los Oteros explorando lugares emblemáticos, rememorando experiencias y creando nuevos recuerdos. Visitaron el impresionante castillo de Valencia de Don Juan, donde Eugenia, una de las residentes, maestra y amante de la historia, hizo de guía. Además, pudieron recorrer varias bodegas excavadas y seguir las fascinantes explicaciones de Jacoba, una residente oriunda del lugar. Conocieron la quesería artesana Praizal en Jabares de los Oteros, gracias a Pilar Blanco y su equipo, familiares de una de las gerocultoras de Tercera Actividad.