El Museo del Agua de Palencia abrirá hoy sus puertas por primera vez. Lo hace 15 años después de que el Ayuntamiento, gobernado por el popular Marcelo de Manuel, y la empresa Iberdrola firmasen un convenio para un primer proyecto con el objetivo de crear un nuevo espacio cultural en torno al Canal, con una exposición permanente en una de las dos naves que sirvieron como almacén y que fue restaurada por la Escuela Taller Río Carrión.
Desde que se presentó ese proyecto (marzo de 1998) hasta hoy, el Museo del Agua ha pasado por todo tipo de vicisitudes para llegar a ser una realidad. Esta apuesta, valorada en 240 millones de pesetas, fue víctima durante años de la falta de presupuesto y de bienintencionadas declaraciones institucionales que nunca llegaron a nada.
La idea inicial era que Iberdrola, la Confederación Hidrográfica del Duero, la Junta de Castilla y León, Aquagest y el Ayuntamiento financiasen el proyecto. Fue la Consejería de Medio Ambiente la que asumió la definición del proyecto en un principio, sin embargo, tras la llegada del socialista Heliodoro Gallego a la Alcaldía del Ayuntamiento de Palencia, se rompió la armonía.
Enfrentamiento político. El Museo del Agua fue durante años motivo de disputa política a nivel local y autonómico. La solución pareció llegar en noviembre de 2004, cuando el procurador socialista Francisco Ramos consiguió el apoyo de los parlamentarios del Partido Popular en la Comisión de Medio Ambiente de las Cortes Regionales para la apertura del Museo Didáctico del Agua en la capital, en la Dársena del Canal de Castilla.
Fue un espejismo. Aunque la Junta tenía el mandato de las Cortes de colaborar y sacar adelante el proyecto, jamás se materializó su aportación económica. Sí se consiguió azuzar la bronca política sobre un proyecto que Heliodoro Gallego ya había hecho suyo y centró sus esfuerzos en impulsar.
Los primeros pasos en firme se dieron en 2006, cuando la CHD inició, por fin, la tramitación de la cesión de una de las dos naves de la Dársena del Canal. En sólo unos meses se avanzó más que en años: se convocó el concurso de ideas para la rehabilitación del edificio, que ganaron David Serrano y Maier Vélez con su proyecto Y la luz se hizo agua; además, Aquagest firmó su aportación de 120.000 euros.
En junio de 2007, el coste del proyecto se calculaba ya en 1,2 millones de euros, así que el Ayuntamiento tenía el reto de encontrar financiación. El dinero para el Museo del Agua se encontró en el programa 1% Cultural.
En marzo de 2008, los Ministerios de Fomento y de Cultura acordaron conceder al equipo de Gobierno de Heliodoro Gallego una subvención de 890.607,35 euros, el 70% del coste del proyecto, valorado finalmente en 1.272.296,21 euros. En octubre, la empresa Aspica Constructora SA se hizo con las obras por 1.099.263,93 euros y el compromiso de efectuarlas en un plazo de 15 meses.
Al Ayuntamiento le faltan 200.000 euros para sufragar el coste total de las obras -los aportó- y toda la inversión necesaria para la musealización, para dotar de contenido al Museo del Agua, así que el equipo de Heliodoro Gallego redobló sus esfuerzos para lograr la colaboración de la Junta de Castilla y León en el proyecto. El Gobierno de Juan Vicente Herrera dio la callada por respuesta. Sí consiguió, sin embargo, una aportación del Ministerio de Cultura de 150.000 euros.
El impulso del PP. Sin dinero para la musealización, el proyecto quedó abandonado. La crisis económica hacía su aparición en escena, así que el Ayuntamiento optó por dormir el proyecto. Así estuvo más de un año hasta las municipales del 2011.
El nuevo gobierno de Alfonso Polanco asumió el reto de abrir el Museo del Agua desde el inicio de su legislatura. El anterior equipo de Gobierno dejó un proyecto hecho, pero no era del gusto del nuevo equipo de Gobierno que optó por encontrar una fórmula para dotarlo de contenido y que el espacio se autogestione; todo sin costar un euro al Ayuntamiento.
La solución fue presentada este año: un sistema mixto de gestión pública y privada entre el Consistorio y la empresa Acualogy, dependiente de Aquagest.
La instalación, que se equipará en dos fases, ha contado con los 150.000 euros procedentes del Ministerio de Cultura, y otros 150.000 euros -los 120.000 y oros 30.000 a mayores- acordados en la renovación del servicio municipal de agua y alcantarillado, a través de la concesionaria Aquagest.
Es precisamente, la primera fase con la exposición permanente la que los palentinos podrán ver hoy, en una jornada de puertas abiertas. A partir de mañana, se cerrará durante un mes para abrirse en octubre con exposiciones temporales, actividades lúdicas y el resto del equipamiento. Quince años después, el Museo del Agua es ya una realidad.