Visitar las villas romanas de Palencia resulta fascinante. A pocos kilómetros están la célebre Olmeda y La Tejada, la primera con 1450 metros cuadrados de mosaicos muy bien conservados, una de las mayores extensiones que hay en España y Europa de ese periodo, no en vano fue inaugurada con las nuevas instalaciones por la reina Sofía y está declarada como bien de interés cultural. Las investigaciones apuntan a dueños emparentados con la familia imperial, por su extremo lujo, su sistema de baños, calientes o fríos, y la calefacción de suelo radiante o glorieta, que aún se usa en nuestras tierras. Antes de que los bárbaros destrozasen completamente el Imperio Romano, los ciudadanos ricos decidieron irse al campo, porque las ciudades eran más peligrosas y apetecibles en los ataques de las hordas invasoras. En el campo se vivía tranquilamente, como había preludiado Virgilio, y había alimentos, paz.
Javier Cortes, quien descubrió ese yacimiento, araba sus tierras y tuvo cuidado de no dañarlo. Cuando todavía estaba extrayendo tierra, le visité junto a mi abuelo; y ya se veía que era un asombroso descubrimiento, como también admirable es su donación a la Diputación, penetrado de su mirada cristiana, compartiendo los bienes que le había otorgado en la tierra el cielo.
Estos palacios del final del dominio romano, (La Olmeda tenía 35 habitaciones, torres defensivas, etc.) son muy significativos de cómo aquellos poderosos vivían. La Tejada exhibe además las típicas cruces gamadas de origen indoeuropeo que los necios confundirán con los nazis; curioso. En La Olmeda el arte del pavimento llega a fascinantes extremos. El mosaico dura siglos, milenios. En este caso se estima que hubo un incendio y al caer el edificio encima permitió preservarlo y cultivar encima siglos después, para luego, como un tesoro, reencontrarlo y a todos entregarlo. No solo es Palencia una provincia hispánica destacada por su gran profusión y calidad en la arquitectura románica, sino que además de excelente gótico, renacimiento y barrocas construcciones, esculturas, pinturas y artes, goza de la Antigüedad de un modo privilegiado.